Los platenses volvieron al NOA. Con shows en Salta, Tucumán y Catamarca mostraron su nuevo material y ratificaron su gran momento. Acá la cobertura completa del show salteño.
Fotos gentileza de Gando Campero
Como un hermoso recuerdo. Así será conmemorada la noche del regreso a Salta de El Mató a un policía motorizado, los “nuevos creadores de rocanrol”. La presentación de su último EP bautizado Violencia (2015) fue la excusa para el desahogo emocional de casi más de 250 personas mediante 27 canciones interpretadas arriba del escenario y festejadas en cada rincón del increíble recinto que es Arteplaneta.
La previa fue musicalizada por Diego Pérez Torres como se debe: por los parlantes “Planta eléctrica” de Bort, Barco, Bestia Bebe, entre algo vieja escuela como, por ejemplo, Oasis y Kula Shaker. Eso fue alisando el terreno que la producción de Clan Fantasy preparó sin dejar detalle de lado. La proyección de cortos independientes con muchas balas y sonidos de estruendo se hizo esperar pero terminaron llegando tras el set bien decorado de Tu Hermana, que repasaron las canciones de Caliente (2016), el disco debut que tan bien los dibuja.
A esta altura las versiones en vivo de “Astronautas”, “Tímido” y “Chica limón” (este último con agite a lo Burrito Ortega sin censura) son las muestras que mejor captan la esencia del grupo salteño que apuesta fuerte al reciclado pop/rock con mutaciones derivadas de un sintetizador. “Tocar acá antes de ellos es como jugar un fulbito con Mascherano” dijo Lisandro Arranz (cantante y guitarrista) con la emoción de compartir la fecha con quienes son sus referentes.
Con un marco repleto de gente (el cartel en la puerta de acceso al recinto que rezaba Entradas Agotadas fue sólo un anticipo de lo que sucedió) El Mató comenzó un viaje de ida que pareció durar lo justo y necesario. Con “El Magnetismo” como primer tema, el repaso por La Dinastía Scorpio (2012) fue completo. Un disco que valió la pena volver a escuchar en vivo en su totalidad: “La cobra”, “Nuevos discos”, “Terror”, “El fuego que hemos construido” y un himno como “Mujeres bellas y fuertes” sonaron casi idénticas a como nos las regalaron en el galardonado álbum. La gente acompañó con todo esos colchones de guitarras y letras breves que caracterizan sus casi quince años de carrera.
Entre temas, Santiago Motorizado, lanzó palabras de agradecimiento casi sin poder mirar al público a los ojos.
Violencia (2015), el último EP, también sonó en su totalidad y se amalgamó al ritmo que por momentos el recital atravesaba: del tema homónimo a la tranquilidad que representa “Aire fresco”; todos dispersados en una lista que jugó también con viejas épocas “Sábado”, “Diamante” –de El Mató A Un Policía Motorizado (2004)- y “Navidad en los santos”, “Navidad de reserva” –de Navidad De Reserva (2005)-.
El final estuvo reservado para las canciones que más agite despertaron en el público: “Mi próximo movimiento” y “Chica rutera”. Ellas marcaron un cierre que parecía no serlo del todo desde, incluso, antes de comenzar el show.
La noticia de un recital con entradas agotadas mediante la venta de anticipadas, generó una sabia decisión desde el núcleo de la banda. “Lo lamentamos por los amigos y amigas que no llegaron a conseguir su ticket a tiempo” expresaron a través de su cuenta de Facebook, “a la salida del recital vamos a tocar unas canciones en versión acústica para todos los que no puedan entrar, no es lo mismo, pero puede ser divertido.”
El anuncio repercutió velozmente en las redes sociales y sirvió para tranquilizar a aquellos rezagados en adquirir sus tickets, aunque vale la pena acotar que esto se debió a las conocidas cuestiones absurdas de la legislación municipal ya que en el lugar entran tranquilamente 400 personas.
Finalmente no se pudo realizar la movida en la vereda pero “Show must go on”, dice el refrán y así fue cómo Santiago junto al Niño Elefante (primera guitarra de la banda) hicieron sonar “El día del huracán”, “Navidad de reserva”, “Dos galaxias” y “Diamante” en total formato electroacústico a puertas abiertas para el acceso libre de aquellos que no pudieron entrar desde un principio.
Sin pensarlo mucho, un recital devenido en un hermoso e inolvidable recuerdo. Al fin y al cabo, todo estuvo más o menos bien.
Galería de fotos gentileza de Gando Campero: