La banda tocará en Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Entradas a la venta.
Winona Riders, una de las bandas referentes de la nueva escena alternativa del país, regresa al NOA con shows en Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero para principios de julio. El quinteto viene de dar su show más grande tocando en el mítico estadio de Obras Sanitarias. Ahí repasaron su discografía en cuatro horas de música y experimentación que dieron que hablar a la prensa y en redes mostrando la osadía y desfachatez del grupo.
Luego de su energético debut el año pasado WR llega para presentar su último disco No hagas que me arrepienta (2024), donde a su rock psicodélico le sumaron música electrónica, noise y experimentación. El disco fue nominado a Mejor Álbum Rock Alternativo en los Premios Gardel 2025.

Winona llegará a la Ciudad de Salta el jueves 10 de julio. Se presentará nuevamente en Fábrica de Música (Balcarce 875), desde las 21. Segunda tanda de entradas a $20.000 (más gastos de servicio). Disponible en norteticket.com. Punto de venta: Atípiko (Zuviría 408). Show para mayores de 18 años.

La gira seguirá en San Salvador de Jujuy. El recital será el viernes 11 de julio en Sociedad Española (Gral. Belgrano 1102), desde las 22. Junto con Jinetes. Últimas de la primera tanda a $18.000 (más gastos de servicio). Disponibles en norteticket.com.

El sábado 12 la gira seguirá por San Miguel de Tucumán. El show será en Teatro Puerto Libertad (Las Piedras 1850), desde las 21. Junto a Brahmans y Sipeganboys. Últimas de la primera tanda a $18.000 (más gastos de servicio). Disponibles en norteticket.com. Puntos de venta: La Rockeria (Buenos Aires 39 Local 6).

El cierre de gira será en Santiago del Estero Capital el domingo 13 de julio en Tinkuy Patio Cultural (Club Hípico – Parque Aguirre), desde las 19. Junto a Sapere Aude y Monstrenco. Primeras entradas a $3.000 (más gastos de servicio). Disponibles en alpogo.com. Punto de venta: El Observatorio (Independencia 1665).

El Obras de cuatro horas
«De hecho, arrancaron así, poco después de las 20, y con una reinvención más espacial y casi diabólica de Abstinencia, su debut en Obras, ante 3000 personas. El recital resultó una arenga a la serotonina, una mancomunión que logró el objetivo de envolver al estadio en el trance. Uno fino, introspectivo y caviloso, en sintonía con las ráfagas minimalistas desenfundadas desde el inició de la feligresía, aunque esta vez a otra escala», decía el periodista Yumber Vera Rojas en Pagina 12.
«De telonear a una de sus referencias más reconocibles (The Brian Jonestown Massacre) sin tener editado siquiera su álbum debut, a publicar tres discos de estudio en poco más de año y medio. Ese ritmo vertiginoso es el correlato de una mezcla de voracidad y arrogancia, la misma que los trajo por primera vez a Obras Sanitarias con un show de cuatro horas y media, un recorrido atravesado no por la pirotecnia performática sino como una celebración del trance personal devenido en experiencia colectiva», publicada el medio especializado Aleatorio en la cobertura del periodista Joaquín Vismara.