La banda se formó en Mendoza en 1979. A pesar de sus altibajos, siempre se mantuvo como un referente del rock argentino en el resto del continente.
Es probable que Los Enanitos Verdes hayan sido más reconocidos fuera de Argentina. En nuestro país el público y los medios abrazaron al grupo solamente en los momentos de éxito comercial, primero a mediados de los 80 y luego diez años después cuando lanzaron su último gran hit, el cover de «Lamento boliviano».
Formados en 1979 en Mendoza, el grupo debutó en abril de 1980 en el club Andes Talleres. En ese momento la banda estaba conformada por Horacio «Marciano» Cantero, Felipe Staiti y Daniel Píccolo. De inmediato se ganó un lugar en la escena mendocina. Poco después ya tocaban en San Juan y en San Luis. Eso los animó a probar suerte en la Capital Federal, algo que muchos grupos de rock de distintas provincias argentinas han realizado con éxito dispar, en general más negativo que positivo.
Y al principio todo pareció ir mal. Tal como lo cuenta el periodista Roly Giménez en su libro Aún sigue cantando – 55 años de rock mendocino (2016), en 1981 Los Enanitos Verdes grabaron un simple que nunca fue editado. En 1983 decidieron establecerse en Buenos Aires pero tampoco consiguieron progresar, por lo que regresaron a Mendoza a los pocos meses.
Todo cambió en 1984 en el Festival de La Falda, escenario de otras consagraciones provinciales, como la de los santafesinos Juan Carlos Baglietto y el resto de la Trova Rosarina. Los Enanitos fueron la revelación y pudieron grabar su primer disco, producido por Leo Sujatovich, con David Lebón como invitado.
Pero fue en 1986, con su segundo disco, Contrareloj, cuando Los Enanitos lograron darse a conocer de manera masiva. El álbum producido por Andrés Calamaro comenzaba con un hitazo: «La muralla verde».
Desde ese momento la banda nunca dejó de estar en la mira popular. Aprovechó el boom del rock argentino en Latinoamérica y sembró una popularidad que le dio frutos hasta sus últimos días. El grupo logró superar diferentes altibajos, cambios de formación y separaciones momentáneas y volver a tener un éxito impresionante en 1994 con Big Bang, su séptimo disco de estudio, que incluía «Lamento boliviano», cover de Alcohol Etílico, otra banda mendocina. El éxito de la canción aún abruma: al cierre de esta nota tiene casi 395 millones de reproducciones en Spotify.
El último disco de estudio de la banda fue Tic Tac, publicado en 2013 y aunque tenía colaboraciones con artistas como Cristian Castro, pasó desapercibido. Sin embargo, la banda nunca dejó de girar, ya convertida en un verdadero clásico que posee canciones que todos conocen y cantan aunque no quieran. Pocos logran algo semejante.