Entrevistas

Dos décadas Estelares

Manuel Moretti habla sobre el lanzamiento de Vivo Gran Rex: más de veinte años y setenta canciones resumidas en un CD y DVD.  

Después de veinte años de actividad constante como banda, pero con varias capas del pasado a cuestas y un resurgimiento fenixiano que le dio la oportunidad de ver a sus canciones brillar, Estelares lanzó Vivo Gran Rex: 17 canciones que formaron parte del set list de una noche única en el mítico teatro porteño, y es ofrecido en formato CD y DVD.

Paralelamente a todo esto, Manuel Moretti, su cantante, se toma la libertad y el atrevimiento de retomar su faceta más tanguera en algunas escapadas esporádicas que realiza junto al Rata Minervino (tecladista de Estelares), y admite que es algo que siempre va a estar presente, aunque aún no haya nada concreto para profundizar.

– Tienen muchos años como banda, y debe ser extraño definir qué momento es el más oportuno para grabar un disco en vivo, aunque a su vez las discográficas suelen requerir este material, y más en un artista al cual le está yendo bien. ¿Cómo llegaron a hacerlo?

– Mirá, se dieron esas dos circunstancias que mencionás. Primero, la banda más o menos desde 2004, 2005 está de gira todo el tiempo. Nos encantaba cómo estaba sonando en vivo, y teníamos curiosidad de tener un registro de eso. Lo cierto es que tampoco estaba en nuestros planes, pero la compañía nos propuso hacer nuestro primer DVD, y nos terminó de conquistar cuando nos ofrecieron, nada más y nada menos que el Gran Rex. Esas circunstancias hicieron que dijéramos, ok hagamoslo, está buenisimo.

– ¿Cómo se sienta a definir la lista que va a conformar esto una banda que justamente toca tan seguido y en lugares muy diversos?

– Por ahí mucha gente no lo sabe, pero Estelares es una banda que desde hace diez años viene dando más de sesenta shows por año, entonces si hay algo que tenemos es training de lista, y eso nos permite saber más o menos con qué estás cómodo vos, como músico, y cómo es la recepción de la gente. Entonces tenés, en líneas generales, unos dies o doce temas que sabés que son los que más han sonado y tenés que tocarlos, y después el hecho arbitrario de tener que encarar las setenta canciones que tenés grabadas para elegir. Es inevitable dejar de lado muchas, no hay otra alternativa que sentarse a elegir (risas). Es un balance que tenemos que ver entre cómo es el audio de la banda y con qué nos sentimos más cómodos.

– Aceptaron hacerlo por el show en sí, pero ¿te detenés a pensar un poco acerca del consumo de DVDs? ¿si la gente le da bola a ese formato?

– No, la verdad es que yo de esas cosas no estoy muy enterado. Honestamente no son cosas que yo vea. Lo que a mí me atrajo de esta circunstancia es que tengamos nuestro primer disco en vivo, y grabado en ese lugar. Eso era lo que más me conquistó. Tengo que admitirte que no soy un gran consumidor de DVD, pero me imagino que si se siguen sacando es porque la gente los toma, los consume. No sé por cuánto tiempo más será, o tal vez es como todo, que parece que ya se termina y se sigue alimentando y manteniendo como formato. Yo, por lo pronto, celebro que existan estas cosas, y si a la gente le gusta mucho más aún.

– «El corazón sobre todo» salió como corte, y ya tiene ya su segunda reversión. ¿Te sorprende la fuerza de la melodía para resistir cambios generacionales en el público?

– La verdad es que es una canción que yo quiero muchísimo, y que a la gente le encanta, y está bueno que pueda ser corte de difusión siendo del segundo disco, del año 98. Es como si te diría una justicia poética. Se ganó su lugar después de tantos años de estar con nosotros, y ahora vuelve a aparecer y está buenísimo que sea en vivo.

– Últimamente noto una intención más frontman en tus shows, mucho menos sombría y dylanesca, y sí más popular. ¿Creés que estás encontrando una voz en la que te sentís más cómodo?

– Me gusta eso, hay algo que me pasó a mí, y es que hoy estoy conforme con mi timbre de voz y con mi actuación como interprete. Después de muchos años encontré un lugar donde me siento muy cómodo. Hay algo nuevo que está corrido de aquella faceta donde también tocaba la viola y cantaba a la vez. Pero de todas maneras son todos elementos aunables. Ahora estamos ensayando el nuevo disco, y cada tanto me re copo agarrando la guitarra de nuevo. Son diferentes instancias tal vez. Yo nunca tuve problemas como frontman, de hecho me hice cargo de poner mis canciones en el proyecto, y realizo una exposición de muchas cosas que me han pasado y que quiero compartir. Quiero jugar con mi voz, jugar a Roberto Carlos, a Nino Bravo, por ahora estoy pasando por eso, y tiene que ver con que después de muchos años de laburo estoy disfrutando al fin mi voz.

– ¿Seguís cargando melodías en tu teléfono y grabándote todo el tiempo en las giras?

– Sí, ahora con los teléfonos, que te permiten grabar notas de voz, voy grabando en cada instante al menos una idea. Después obviamente la sigo trabajando. Hay una cosa que es cierta: en los últimos años disfruté de una vida familiar, con el nacimiento de mi hija, y me alejé de lo que fueron años diferentes, y un poco más solitarios donde estaba cerrado en mí. Ahora disfruto mucho de esto, y probablemente también se refleje en otra dinámica desde la composición. Ahora estoy bajando todo un poco más a los ensayos, a volver a juntarnos en esos momentos con toda la banda.

– ¿Te vuelve a abordar la melancolía de cuando compusiste las canciones en solitario?

– Es que son cosas no dejan de estar nunca. Uno tiene una vida, y lo que te pasa ahora te puede volver una persona más completa, pero lo que te pasó antes no deja de estar en vos. Ahora tengo muchas cosas que no tenía antes, pero no hay ningún problema con la melancolía, de vez en cuando aparece y me dice el que fui y el que soy. Nacieron en cierto mecanismo solitario, y ahora tengo una vida más dichosa, que disfruto más, pero soy todos esos. Sí me aburre un poco la melancolía, porque ya la viví mucho, pero puedo cantar sobre ella sin problemas.