En una entrevista con Rock Salta, Germán Daffunchio reafirmaba la tendencia del grupo a desconfiar de todo y de todos.
En más de treinta años de carrera, Las Pelotas ha cambiado más de una vez. El grupo publicó canciones oscuras, otras optimistas, muchas melancólicas. Hizo rock crudo, reggae, melodías pop y temas de fogón. Pasó de la rudeza de Alejandro Sokol a la sensibilidad de Germán Daffunchio. Lo que nunca modificó fue su habitual postura escéptica.
“Nosotros siempre cantamos las cosas desde el lado humano, de la sensación nuestra. No me gusta mezclar la política porque es un campo que no tiene que ver con la música. La política es la política. Con la música uno puede decir las cosas que siente, las vivencias, la decepción cuando te das cuenta de la mentira”, le decía Daffunchio a Rock Salta.
En una entrevista antes de una visita a Salta, en octubre de 2012, el ex guitarrista de Sumo aseguraba que la música “también es una oportunidad muy grande para decirle a la gente ‘loco, nos están rompiendo el culo’”.
“Está bueno no sentirse cómplice y con la música canalizarlo. Cualquier pensamiento en este país que sea para cambiar cosas va a encontrar enemigos que te digan ‘no, lo que pasa es que vos sos un careta, vos sos un pelotudo’. Siempre va a haber lugar para eso”, decía.
“Creo que nuestra característica es decir las cosas que sentimos y las cosas que pensamos sin un carácter político. Más que nada es nuestra forma de ser“, seguía. ”Para nosotros la música siempre es un canal de sentimiento, de decir las cosas que uno piensa, de descarga de la vida y a veces nos cuesta mantener la boca callada”, finalizaba.