Coberturas

Fito volvió a Salta

El rosarino pasó por nuestra ciudad con un show distinto. Haciendo uso de su arsenal de éxitos, deleitó a sus seguidoras pero aburrió a los escuchas de la primera época.

Noche de efe eme para minitas

Cuando Fito realizó su show de 2010 en Salta, el resultado fue encantador; primero porque hacía diez años que el rosarino no tocaba en nuestra ciudad y segundo porque se pudo ver las distintas aristas de un músico que tiene un peso específico muy grande en el (mal) llamado “Rock Nacional”. Lamentablemente esto no paso en esta visita.

El show estaba avisado como Fito solo al piano y pasadas las 22 h eso fue lo que ocurrió: ante un Teatro Provincial casi repleto y que aplaudía de la misma manera en que terminó el show anterior, salió el rosarino y comenzó el recital lanzando un popurrí y luego seguirían los ultraconocidos “Cable a tierra”, “11 y 6”, “Dos días en la vida” y “Llueve sobre mojado”. En las pausas, el pianista contaba anécdotas de las canciones de forma distendida, con mucho de humor y complicidad, en especial para las mujeres. “Eso es muy rockero, esto es más tranqui”, fueron las palabras para calmar los calurosos aplausos y gritos que se encendían en la gente en los primeros temas.

Si bien el tipo de show estaba avisado, uno podía esperar que la lista de canciones no sea tan obvia, pero salvo un par de contadas excepciones, el recital fue como un Grandes Éxitos de FM. “La noche es para las chicas”, Fito Páez dixit. 

Lo mejor entonces fueron las largas intros, mas las improvisaciones en el piano con las melodías de “Tumbas de la gloria” y “Un vestido y un amor”. Respecto a ésta canción, fue emocionante ver cómo toda la gente que estaba en el show bajó la voz (estaban gritando la letra) con una sola seña del músico. Y lo humorístico también fue escuchar cantar con tantas ganas “fumando unos chinos en Madrid” a miembros de la sociedad paqueta y retrograda de Salta, y es que aparte de mega mamila “Un vestido y un amor” es un tema que  “evidentemente habla del faso”, como decía el personaje de Capusotto.

Algo muy destacable fue el “homenaje en vida” a Charly García, y es que el una vez alumno y por siempre eterno admirador, realizó un repaso por la carrera del bicolor con la seguidilla de “Confesiones de invierno”, “Tuve tu amor”, “No soy un extraño” y “Desarma y sangra”. Las palabras para el Tícher de Luz vinieron con una renovada letra de “Al lado del camino”, donde se cambió la palabra “walkman” por “iPod”, y la estrofa que dice “Yo era un pibe triste y encantado de Beatles, caña Legui y maravillas” por “Yo era un pibe triste y encantado de Litto NebbiaSpinetta y Charly García”.

fito paez en salta

El día anterior al concierto, el músico compartió una noche de amigos, música y vino en uno de los locales de la Balcarce, la noche en realidad se extendió hasta pasadas las ocho de la mañana. Esta anécdota fue dicha un par de veces por el músico desde el escenario agregando mas a esa cosa intimista que tenía el show. Las únicas situaciones que rompieron lo de “solo al piano” fueron las veces que Fito se paraba, y mientras caminaba por el escenario cantaba sus letras a capela. También cuando ayudado por dos compañeros recientes cantó una versión de la zamba “Maturana” y al final que brindó una extrañísima versión de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, acompañado de Mariana Baraj.

El show fue breve, pero aun así se pudo ver algo de aburrimiento en algunos presentes que por ahí esperaban algo de la veta más rockera del músico, para desgracia de ellos el show cerro con “Dar es dar” y “Mariposa Tecknicolor” en el bis, mientras la gran mayoría del público aplaudía de pie. Sin dudas la relación de los salteños con el trovador rosarino está en su mejor momento y por eso no sería extraño verlo de nuevo pronto por acá, aunque esperemos que la próxima venga con banda y ganas de rockear.

fito paez en salta