El pasado Domingo 20 se llevó a cabo la edición 2009 del Inti Rock, organizado por la banda Calmaniño. RS te muetra la nota de los amigos de Natura FM.
Con una muy buena organización y un Beelzebul a pleno, el festival fue un éxito, pero no dejó de tener sus problemas: algunos roces entre bandas (ver nota relacionada) y, principalmente, un sonido que no estuvo a la altura de las circunstancias.
El Inti Rock empezó puntual en el horario salteño, es decir dos horas después de lo anunciado. A las nueve en punto arrancaba Santo Domingo, con su reggae pegadizo y potente, de a momentos pura dulzura, de a momentos puro cachetazo. La noche cálida se prestaba para bailar y fue un inicio ideal para ir calentando cuerpo y alma para todo lo que se venía después. Fue, además, la banda más disfrutada por los más chiquitos. Todos los retoños de la escena roquera se encaramaron al escenario y se deleitaron con el ritmo dominguero. Más de media hora alcanzó para que esta banda, la más nueva de la grilla, demostrara de lo que era capaz. Lamentablemente, desde el principio empezaron los acoples y ruidos, llegando incluso a parar un momento la banda mientras intentaban arreglar el sonido, lo cual no se logró completamente a lo largo de toda la noche.
Después llegó el turno de Las Shells, banda tucumana integrada por cuatro mujeres, pero que por alguna razón perdieron a la bajista en el camino y fue reemplazada por un chabón. Fue su primera visita a Salta, como ellas mismas dijeron. Una banda de cuatro chicas que hacen punk: la comparación obvia con nuestras Casandra fue ineludible para el público local, que incluso gritaba su nombre cada tanto. Sin embargo, el estilo de las Shells es completamente distinto, con una estética “lolita” y un punk más naif, frente al panqueque crudo de Casandra. Volviendo a las tucumanas, comenzaron un poco tímidamente y fueron creciendo arriba del escenario, conquistando de a poco pero cada vez más con cada tema que avanzaba. El tema más festejado fue precedido por la explicación de que lo dedicaban “Al forro de Alperovich” porque en Tucumán ahora cierran todo a las 4 a.m. (Y nosotros nos quejamos de que el “toque de queda” sea a las 5). Por lo general, la respuesta del público fue bastante tibia, a pesar de los intentos de arengar desde arriba del escenario, pero personalmente me gustó mucho la performance, con buenos temas propios y dos covers descabellados: la canción de Daria (¿Se acuerdan? El dibujito que daban en MTV) y una versión bizarra de “Toxic” de Britney Spears. Una extraña mezcla de El Otro Yo con Erika García, esta banda ofrece una propuesta más que interesante.
La tercera en tomar el escenario fue la banda organizadora, Calmaniño, como siempre súper lookeados, con trajes tipo gangsters y caras maquilladas de payasos diabólicos. El arranque con “Aymara” salió como piña y rápidamente el público entró en ambiente, olvidándose por un rato de que existía nada más allá de lo que pasaba en ese momento. Haciendo un recorrido por temas viejos y nuevos, con todo el histrionismo del Gnomo, los Calma desataron un verdadero frenesí. Como buenos anfitriones, hubo una invitación para compartir el micrófono con el Facha (Ex Calmaniño, actual Madre T-Rezo), saludos y agradecimientos a las Shells, y tema dedicado a Horacio, de Luca Makonia (“Para mi amigo el Horacio, que es un romántico”, dedicó el Gnomo “I love you baby”), además de constantes cumplidos al público.
Llegaba el turno de Madre T-Rezo, y mientras armaban, el Facha tomó el micrófono para demostrar su faceta como animador. Si bien hizo la espera bastante entretenida, terminó metiendo la gamba y ofendiendo a las Shells, y se pasó el resto de la noche pidiendo disculpas, aunque nunca fueron aceptadas. (Ver nota relacionada).
Por fin estuvo todo listo y los Teresos arrancaron presentando temas nuevos, con su potencia habitual, generando un pogo menos numeroso que el de Calma, pero no por eso menos potente. Desde el escenario tiraron remeras de la banda para el público y cerraron con los temas “clásicos”, si se permite este término para una banda relativamente nueva, como “El kia” y “La semilla”. A pesar de haber tocado poco este año y de tener demorado el disco que vienen prometiendo, Madre demostró tener una gran vigencia y logró uno de los puntos altos de la noche. No dejo pasar por alto que Javi lucía una guitarra que se me hacía conocida: la guitarra “flecha” de Darío, símbolo de la Batalla de Salta Rock.
A continuación se venía el cierre a cargo de Luca Makonia. Primero Horacio realizó el sorteo de premios de Chaco para aquellos que habían llevado donaciones para el Hospital de Niños, tanto en este como en otros recitales. (Los números ganadores pueden consultarse en la página de Luca, y tienen toda la semana para pasar a retirar los premios en Chaco). Definitivamente fue un intermedio menos entretenido pero más políticamente correcto que el anterior.
Y entonces sí, arrancó Luca, con toda la energía que caracteriza a este Power Trío. Arrancaron con el “Jarcor facho”, que burlonamente dedicaron al Facha. La seguidilla de “hits” makonianos produjo el arrebato generalizado, y como nunca falta alguien que sobra, incluso tuvo que intervenir la seguridad del lugar para sacar a algún descontrolado. Temas como “Puta”, “Tus hermanas”, “Demencial” y el “Tuentizurdo” fueron igualmente bailados, coreados y pogueados por el público. También hubo invitados: llamaron a las hermanas de Genaro, Franca y Carmela, a hacer los coros en “Sensacional” y a Javier de Madre T-Rezo a tocar la viola en el “Che cubano”, ya sobre el final de la jornada, y cerraron con “Volvé”.
Así finalizó el Inti Rock, pasadas las 2 della mattina, y todos se retiraron felices de haber pasado una noche de domingo fuera de lo habitual y al ritmo de lo mejor de nuestro rock under. Ojalá este encuentro se siga produciendo todos los años y con el tiempo vaya creciendo. Por lo pronto, hoy lunes, a más de uno le costó levantarse.
Nota original, fotos y demás: Natura FM