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Pappo, Luca, Fito | Fragmentos de un encuentro único

En diciembre de 1985, el Sí de Clarín unió a los tres músicos en una entrevista conjunta que se volvió legendaria. Repasamos la nota.

Era el primer fin de semana de diciembre de 1985 y la oferta de conciertos en Buenos Aires era maravillosa. Un fanático del rock argentino hoy no sabría qué hacer. ¿Ir al Luna Park a ver la presentación de Giros, el disco que confirmaba a Fito Páez como un nuevo ídolo? ¿O pasar por Obras para escuchar a Riff con su formación con JAF y Moro? ¿Y cómo hacemos con Sumo, que toca en el Teatro Astros?

Con la excusa de todos esos shows magníficos y simultáneos, el suplemento del diario Clarín reunió a Pappo, Luca Prodan y a Fito para una entrevista conjunta que se volvió legendaria, especialmente por las fotografías de ese momento, que trascendieron más que las palabras. Hoy en Rock Salta repasamos todo.

– Según parece, el más nervioso con su concierto es Fito…
– Pappo:
Es que yo ya di toda la vuelta, cuanto más laburo, mejor. Hace como dos años que no toco, imaginate, tengo unas ganas de tocar que… (pone cara de desesperación) me muero. Por eso mata parar un cacho. Acá todos los grupos conocemos la cosa de parar.
– Luca: Lo que pasa es que ahora es nuestra época, y hay que seguir…
– P: Pero, internacionalmente, vos sabés que los grupos a veces paran de tocar un año, como los Who, por ejemplo.
L: Pero ya tienen toda la guita (risas).
– P: Pero acá no podés ganar la guita que se gana en Inglaterra.
– L: Por eso hay que seguir tocando (risas).
– P: La máquina es la misma, eso es lo que pasa.
– L: La estructura es la misma pero acá estamos en el subdesss-arrrrrrooo-lllloooo, entendés. Ahí hacés pum y salen australes, acá hacés un fucking trueno y ni en Rosario se enteran.
– P: Lo que pasa es que nosotros tenemos también que tratar de convencer a la gente que nos rodea para que abran un poco más el mercado.

– Además del aspecto, ¿cuáles cosas los unen y cuáles los diferencian?
– Fito:
La música, los estilos, nos diferencian.
– L: Qué sé yo, es como si le preguntaras a una persona si le gusta el amarillo, el rojo o el azul: uno dice el azul, otro dice el rojo y otro el amarillo… Y es así.
– F: Pero, por ahí, es más lo que nos une que otra cosa. Los tres somos músicos y a los tres nos interesa hacer un poco de lío.
– L: Que somos todos locos, está todo bien (risas). Eso está aclarado.
– F: Cada uno desde su lugar y desde su historia, pero…
(…)
– P: Somos tres músicos y cada uno tomó su camino, pero no por eso vamos a estar en una trinchera tirándonos piedras.

– Si no tocaran este fin de semana, ¿a quién de los otros irían a ver?
L: Qué sé yo. El viernes pasado fui a ver a Los Violadores y me gustaron. Por ahí me iría a ver a los bailarines del Bolshoi de Moscú.
– P: Yo iría a ver a Sumo.
– F: Yo me divido y los voy a ver a los dos.
– L: Desde que empecé a trabajar los fines de semana dejé de ir a ver gente… Además, qué cuerno podés escuchar… Yo ahora me compro discos viejos: Meddle, de Pink Floyd, que me lo afanaron en el 73… el doble blanco de los Beatles, que me lo afanaron en el 71. A mí me gusta Beethoven y me gustan los Dead Kennedys, loco.
– Parece que ahora hubiera más apertura, más mezcla. Antes, la cosa se dividía entre los que seguían a Manal y los que seguían a Almendra…
– P:
Es que el pasado ha sido muy precario en esta aldea. Antes, la cosa era muy separatista. Ahora es otra época.
– ¿Qué pensas de eso, Luca, vos que venís de afuera? ¿Qué tiene de aldea esto?
– L: Que todos se conocen (risas). En el ambiente todos se conocern y yo no conozco a nadie. Es así. Yo te rasco la espalda y vos me la rascás a mí. Si yo digo en una entrevista que no me gusta Zas, el periodista salta y dice «¡¿Cómo?!»…
– F: Yo creo que hay que cortarla un poco. Me parece que estamos en un momento del país en el que hay gente haciendo cosas y eso es bueno. Cada uno de nosotros puede hacer lo que quiere, y que haya público movilizándose es muy importante. Después, ¿qué importa si Luca hace reggae, si yo toco cuatro tonos más o si Pappo toca cinco menos? Nos vamos a morir todos igual, y estamos todos acá y nadie entiende por qué.
– L: Es como lo de los tres colores…
– P: Hay que borrar un poco el pasado, porque todo eso fue un sacrificio terrible. Hay que lograr superar la ideología separatista.
– L: Claro, una vez me preguntaron: «¿Qué pensás de Fito Páez?», y yo dije: «Para mí, Fito Páez es el hijo de Nito Mestre y de Charly García» (risas); si hasta es igual físicamente.
– F: ¡Qué groso!
– L: Yo lo dije como un chiste, pero de alguna manera lo pensé de verdad. Yo puedo decir que Lennon era el hijo de Chuck Berry, pero decilo acá… El periodista me miró como si hubiera dicho no sé qué… Si estamos todos locos, ¿qué pasa?
– P: Claro, es todo muy solemne…
– F: Sí, muy duro.
– Y de Pappo, ¿qué dijiste?
– L:
Pappo es aquel «rock and roll animal».
– P: Claro, yo soy un monstruo (risas).
– L: Lou Reed, que siempre dice la verdad, dice: «Yo soy un animal del rock and roll, sin el rock no puedo vivir».
– P: ¿Y cómo vas a hacer para vivir sin el rock? No se puede, te volvés loco.