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Viva Pappo!

pappo

Hoy su cumplen 5 años de la desaparición física del más grande guitarrista que dió nuestro país. RS te muestra como lo recuerdan sus amigos.

Pappo por sus amigos

La Gorda y la Manguera
Por Vitico 

Pappo era el personaje más extravagante que he conocido, con un gran talento para la música y una actitud ante la vida absolutamente rockera, con un sentido del humor extraordinario y una gran persona. Si yo tengo que decir algo de Pappo resumiéndolo en pocas palabras es que fue mi mejor amigo y mi peor enemigo. Sea como sea considero que es una persona absolutamente irreemplazable.

Resulta que nos fuimos a hacer tres fechas a Rosario con Pappo’s Blues en el año 79 (allí fue cuando decidimos poner otro guitarrista para rellenar cuando Pappo hacia los solos). Yo había llevado una guitarra Ampeg transparente (como la que usaba Keith Richards con los Rolling Stones) y después de terminar las actuaciones nos fuimos a un cabaret y elegimos a la rubia más gorda y le preguntamos cuanto valía una hora de su tiempo; entonces la llevamos al hotel y le colgamos la guitarra transparente y la hicimos bailar una hora en bolas con la guitarra colgada. Creo que nunca nos reímos tanto.

Luego, nos habían querido dejar de pagar un show y entre los dos apretamos a los organizadores hasta que cumplieran y para que se acordaran de nosotros dejamos el cuarto del hotel totalmente destruído como si hubieran pasado los Who. ASI NACIO RIFF.

Hay una escena que se me viene todo el tiempo a la cabeza; corrían los años ochenta y estaba de moda lo Punk hasta en Argentina, entonces en un show en Córdoba en que nos habían venido a ver muchos punks, el público nos escupía y no paraba de escupirnos, tanto que no se podía tocar porque los diapasones de las guitarras estaban todos resbalosos (una asquerosidad). Ellos lo hacían como una forma de gratitud, incluso yo me tragué un pollo cantando ‘Mucho por hacer’. Pero llegó un momento en que tuvimos que dejar de tocar y en ese momento Pappo dijo “Che, no escupan más, porque si escupen una sola vez más, saco la manguera con mierda que hay atrás del escenario y los lleno a todos de mierda”. Nadie más escupió y terminamos el show felizmente.


Vitico (Victor Bereciartua) compartió innumerables momentos con el Carpo, tanto arriba como abajo de un escenario. Amigos desde los años setenta, cuando tocaban juntos en La Pesada, es a principios de los ochenta cuando juntos deciden armar Riff, sin dudas la banda más exitosa de sus respectivas carreras como músicos.

 

El Beto de La Paternal y Cacho Chacarita
Por Black Amaya

¿Cómo empiezo, de qué hablo, qué cuento de Pappo?, no lo puedo creer como muchos de ustedes. Para mí en lo personal se fué de este mundo un amigo, un grande, un tipo divertido y de buen corazón. No era el momento para mí de aceptar la idea que no está más entre nosotros, a pesar de que algunas veces tuvimos momentos muy dificiles, nosotros nos podíamos enojar y no darnos bola, pero por alguna razón siempre que nos veíamos nos saludabamos, yo creo que era el único que lo podía cargar y darle un beso porque no aceptaba que otros lo hicieran, se ponía furioso!!. Hace unos años estuve de gira con él y el lugar de hablar de nuestras cosas, recuerdos, familia, confesiones, que sólo lo decís con la gente que realmente tenés confianza era cuando nos íbamos a dormir al hotel. Una noche de esas nos acostamos a dormir y en el oscuro le pregunto «¿Vos qué pensás, nos hubieran dado bola si no fueramos músicos, yo, un negrito de barrio?» y me dice Pappo: «¿Y yo?… un gordito pelotudo, menos!!!». Nos cagamos de risas!!!, esos momentos eran los que más me gustaban estar con él.
Una vez nos habíamos prometido que a los 60 años tocaríamos en una gran banda de Blues vestidos con smoking y las entradas costarían mucha plata porque seríamos unos viejos muy grosos haciendo Blues todavía. Lo conocí cuando teniamos 19 años, el vivía en la Paternal y yo en el barrio de Chacarita, estabamos cerca y siempre nos sentiamos orgullosos del barrio, yo le decía «el Beto de La Paternal» y él a mí «Cacho Chacarita», con estos nombres nos alentamos cuando estabamos subiendo al escenario del primer Obras de Pappos Blues… ¡¡¡Qué grande Beto y Cacho en Obras Sanitarias!!!. Por eso es que no me lo esperaba. ¿Qué más puedo decir?; tengo muchos recuerdos que no entrarían en esta nota, lo vamos a extrañar mucho seguramente y mas los que tuvimos la oportunidad de tocar con él. Chau Carpo querido, te recordaremos con una sonrisa siempre.

Black Amaya, ex baterista de Pappo’s Blues.

 

La sonrisa del Carpo
Por Miguel Cantilo

Conocí a Norberto Napolitano en mi casa de la calle Conesa, en el barrio Belgrano de Buenos Aires, en el año 1971. Venía a ensayar en una sala acustizada que yo cedía en ratos de ocio a grupos de amigos. Ya cuando lo conocí, lucía un yeso en toda su pierna derecha por una quebradura provocada por un accidente en moto. Entraba en mi casa y estacionaba su portentoso vehículo en un pasillo.
Nos hicimos amigos durante un tiempo en el que él ensayaba con músicos de la Cofradía de la Flor Solar, que también intervenían en mi proyecto. El grupo que él estaba intentando se llamaba «La Bola de Destrucción» y en él tocaban Néstor Paúl el bajo, Quique Gornatti la segunda guitarra y Rubén Lezcano la batería. Pappo venía de disolver una formación de Pappo’s Blues con Black Amaya y David Lebón y empezaba otra con Pomo y Machi. 
Compartimos situaciones copadas como por ejemplo cuando me acompañaron a animar una fiesta boliviana en la Villa 31 del Padre Carlos Mugica. Allí zaparon a trío Spinetta, Pomo y él en una juntada memorable, arriba de un techo, más de una hora.
La foto que acompaña este aporte mío a su homenaje pertenece al día de mi casamiento con mi primera mujer. El detalle más emotivo para mí consiste en que están todos con camperas menos Pappo, que está en mangas de camisa porque su espontáneo «regalo de bodas» había sido una campera de jean en uso. «Tomá, te regalo mi campera reventada» me dijo cuando íbamos hacia el registro civil.
El intervino también en el solo de «Blues del Exodo» y el acompañamiento de piano, en el disco «Conesa» a pesar de que me pidió, por alguna razón, que no lo pusiera en los créditos. Sin embargo, alguien me comentó que no hace mucho le preguntaron cuáles eran los discos de rock nacional que més le habian gustado y uno que señaló fue «Conesa».
Nuestra amistad se renovó en España en 1978, cuando venía también de visita a mi casa con Botafogo y su baterista Darío, con quienes actuaban en Madrid. En ese entonces pude tener charlas íntimas con él y en una de ellas, hablando sobre la vida y la felicidad recuerdo que me dijo: «Yo solamente soy feliz mientras estoy tocando».
Cuando regresamos todos de nuestros exilios y ausencias yo tocaba con mi grupo Punch y él con Riff. Compartimos algunos escenarios como el de Barrock 82: Cuando yo tocaba con Punch o con Pedro y Pablo la gente hacía los dedos en ve, cuando salía Pappo con Riff saltaban haciendo los cuernitos.
En los últimos años nos fuimos alejando pero nunca con mala onda. Siempre que nos veíamos era con sonrisas y bromas. Por eso me sumo a este recuerdo; porque la forma adecuada de mantener a un ser querido vivo en el corazón, es recordarlo con una sonrisa en los labios, en sus buenos momentos. 

Miguel Cantilo es uno de los pilares del Rock Nacional, ex integrante de Pedro y Pablo, tuvo como invitado al Carpo en el disco Conesa de esa agrupación.

 

El inolvidable Nogal Thomas
Por Gustavo Rubinsztein

Estábamos sentados los dos esa noche en la esquina de Libertador y Coronel Díaz, conversando de lo mismo que siempre conversábamos, de lo que nos unía, de lo que tanto amábamos y nos apasionaba, el Blues. Charlábamos justo en el mismo lugar dónde nos habíamos conocido el día que me acerqué cuando pasé caminando y lo vi; estaba solo con Cactus, su perro, y me animé a preguntarle si no le molestaba que le cuente un segundo mi emoción de haber vuelto hacía solo días de visitar la tumba de Albert King en Arkansas, USA. Porsupuesto que yo me animé por saber que eso no lo iba a molestar, y así fue que me dijo que podía sentarme.

Nos quedamos horas compartiendo historias. Pero esa noche, en medio de la conversación me miró a los ojos y me pregunto en forma desafiante: «Vos que viajaste y viste muchas cosas también, conocés un lugar que se llama Nogal Thomas?, es un club de Blues de una entrada plateada con dos palmeras, ahí toca un morocho que se llama igual: Nogal Thomas». Comencé a hacer memoria, a repasar la data propia, me tomé unos segundos; nada se asociaba a ese nombre, entonces le dije con un algo de temor a quedar mal parado: «No, no recuerdo haber escuchado nada de ese nombre». Él se agarró la mandíbula como satisfecho y me dijo: «Claro, porque no existe, a Nogal Thomas lo soñé yo; Nogal Thomas debo ser yo». Ahí se generó esa suerte de personaje algo imaginario y tambien algo real, ese mito de comenzar a llamarlo Mr. Nogal Thomas; y que tan feliz a él lo hacía.

Las noches de Club X en Palermo tocando para poca gente, con él sentado, cantando en inglés, haciendo zapada pura de los clásicos más clásicos del Blues más morocho que nos juntaba los corazones y nos hacía emocionar tanto… Con su Flying V, ponía las letras que en la semana me encargaba imprimir, y se despachaba con versiones de B.B., Otis Rush, Bobby Bland, Albert King, Howling Wolf y John L. Hooker.
Era otro, lo presentábamos como el hombre entrado en años que llegó desde Chicago; y él se sentaba y disfrutaba mucho, sonreía, tenía el dibujo hermoso de felicidad en el rostro que quienes han tenido la suerte de ver esos días, jamás podrán olvidar.
A veces se acerbaba alguien que entraba casualmente y lo veía a él tocando, le decían: «Tocate Sucio y Desprolijo», o algún desentendido le gritaba «Desconfío»; él se daba vuelta, me miraba sonriente y complice me decía: «Me confunden con otro».

Esa es la imagen que hoy quiero en mi mente y en mi corazón, ésa es la imagen que tan feliz me hace al recordarlo y tanto me duele que ya no esté. Hoy que los medios que tanto decían quererlo e idolatrarlo, a pocos días ya no lo nombran más; hoy que muchos compiten cuánto tiempo estuvieron a su lado, y tan poco entendían su lucha; hoy que tenemos que levantarnos cada mañana, y ver que tuvimos el sueño del que no sabemos si despertar o no; si reir o si volver a dejar que los ojos se empañen; un sueño que no se si fue o si es: El sueño de haber llegado a conocer al querido y al inolvidable Nogal Thomas.

Gustavo Rubinsztein, bajista de la Albert King Tribute Band, entre otras cosas, fue bajista de la banda que acompañó a Pappo en el último Tributo a B.B. King junto a Tony Coleman.

 

«LA NERCA NO!!!!»
Por Gabriela Sinagra

Hace no menos de cinco años, una de las tantas veces que Pappo vino a tocar a Rosario, el dueño del «Chicago Blues», el Negro (que lamentablemente murió hace unos tres años y con él nuestro refugio blusero), siendo uno de sus tantos fans y a sabiendas de que a Pappo le gustaba mucho el asado, le preparó él mismo uno y lo invitó a cenar y también nos llamó a algunos de los músicos más cercanos, me refiero a quienes tocábamos periódicamente en el Boliche. Y cómo me pasa muy a menudo -por no decir siempre- suelo ser la única mujer. Así que ni bien llegué a la mesa empezó el sondeo y la presentación correspondiente; yo estaba sentada justo enfrente de él. Cuando llegó «la mercadería a la mesa», supongo que haciendo gala de su caballerosidad, levantó su plato hacia mí y me dijo que me sirviera, y yo entre la variedad de cosas que había en él pinché un pedacito de carne. En ese preciso instante él con su mejor voz del Blues y abriendo sus ojos endemoniadamente, me dijo: «LA NERCA NO!!!!», y bueno, así como la había pinchado, la despinché y pinché alguna otra cosa..

Esta anécdota y otras me pintaron un tipo «íntegro», que era lo que era y se la aguantaba, con sus cosas, como todos, cuestionables y no, pero aunténtico, niño también. Cuando a uno se le muestran tal y cual somos, nos dan la oportunidad de elegir con quién y por qué estar; esto es lo que lo traerá siempre a mi memoria con mucho respeto. Ojalá los seres humanos nos contagiáramos de «la verdad», cualquiera que sea, la de cada uno. 

Gabriela Sinagra es una de las más importantes voces del Blues Rosarino. Como tal ha tocado con varios exponentes del género, entre ellos Botafogo, Edelmiro Molinari y Ciro Fogliatta.

 

«Disculpen, es que estoy un poco excedido de peso»
Por El Griego

Es difícil seleccionar una sola anécdota, pero más dificil es encontrar una publicable…
Estabamos en la pileta de un hotel en San Pedro en enero del 2003, habíamos ido a tocar al primer San Pedro Rock, no sabíamos que había pileta en el hotel, por lo tanto no teníamos short, así que como hacía un día espectacular tratamos de buscar algún slip que pueda llegar a zafar como para tirarnos igual al agua, tratamos de pasar desapercibidos pero con «el loco» eso era imposible, la cuestión es que ya en la pileta y después de una pequeña carrera se tiró al agua y empapó a unas minas que estaban dormidas tomando sol del otro lado de la pileta, éstas se levantaron con una mezcla de indignación, odio y ganas de matar a alguien, y cuando emergió del agua las miró y cagándose de risa les dijo: «disculpen, es que estoy un poco excedido de peso».
La situación era muy graciosa, las minas lo vieron y no pudieron hacer otra cosa que cagarse de risa también… obviamente no pudimos pasar desapercibidos, todos en calzón…
Bueno, son muchas las anécdotas ésta es solamente una, como para recordarlo con una sonrisa.

Griego (Ricky Alonso), ex baterista de Pappo’s Blues.

 

«Para que no jodas más»
Por Machi Rufino

Lo que voy a contar muestra como era realmente Pappo, como eran sus sentimientos de amistad, y en éste caso concretamente hacia mi.
Por la época en que tocabamos juntos con Pappo’s Blues, obviamente pasábamos mucho tiempo juntos con él y Pomo, así que llegamos a conocernos bastante, cuales eran nuestros gustos en musica etc,etc. A mí desde siempre me gustaron muchos otros estilos de música, cosa que Pappo realmente no compartía conmigo, para ser más preciso, todo lo que fuera medio jazzero, a él le interesaba poco o nada. Había una banda por aquel entonces llamada «Chicago», que a mi me gustaba mucho, pero como dije antes, era un gusto que no compartíamos. 
Ya habíamos dejado de tocar Pomo y yo con Pappo, estabamos con Spinetta en Invisible, y Pappo habia viajado, primero a Europa, y después a USA, en uno de los tantísimos viajes que hizo, y no había contacto entre nosotros, no era época de email y demás, y ocurre que un dia me tocan el timbre de casa, preguntan por mi, y la persona que me buscaba me dice: «vengo de USA con algo para vos de parte de Pappo», mi sorpresa fue enorme, al ver que mientras me decia ésto, me daba un paquete bastante voluminoso, cuando lo abro, adentro estaba un album de Chicago con cuatro discos grabados en vivo en el Carnegie Hall de Nueva York, una edición de lujo, que ademas traía varios posters que jamás se edito en Argentina, y que por supuesto todavía está conmigo, y una carta del Carpo, (sí debo ser uno de los pocos a quien le haya escrito una carta), donde me decia: «Aquí te mando el disco éste de Chicago, para que no jodas mas»…, y luego me detallaba todos los grupos que había visto tocar, y una lista de los que iba a ir a ver la semana siguiente, y con algunos dibujos hechos por él…

Lo que me conmueve, es pensar que sin compartir conmigo el gusto por esa banda, se tomó el laburo de buscarlos, comprar el disco, (quizás estando corto de dinero), y finalmente conseguir una persona de su confianza para hacermelo llegar…
Todo un gesto de amistad, que nunca voy a olvidar, como tantos otros…

A Pappo: que tengas paz, y que estés en un lugar mejor…

A su familia mis condolencias, y que sepan que muchos compartimos su dolor…

Machi (Carlos Rufino), ex bajista de Pappo’s Blues.

Fuente: El Sitio de Pappo

Video del Carpo con La Renga, versionando «Hey Hey My My» de Neil Young, en su última aparición masiva en un escenario:

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Acá les dejamos un video del tema «Viva Pappo», de La Renga, la última banda con la que el Carpo compartió escenario:

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