En el cierre del festival la superposición copó la grilla. Se tuvo que elegir shows completos o un poco de cada uno. Se destacaron en los escenarios principales Fito Páez, Ciro y Babasónicos pero también Tiesto, Dillom, Ca7triel y Paco Amoroso mostrando el cambio del festival.
Fotos Matías Egea
El CR23 congregó a más de 100 mil personas el domingo, llegando a más de 200 mil personas entre las dos jornadas. Record de convocatoria para el festival tras 22 ediciones. Según datos oficiales el 80% de la gente había comprado abono. Con esto la gran mayoría tenía encima el trajín de 12 horas de caminatas y música del día anterior.
De todas maneras la gente acudió temprano el domingo y desde las 15 se vio colmado el puente y el camino de ingreso. Este día se pusieron a la venta remanentes de entradas en boletería a $25.000. El cacheo final tuvo demoras, pero es algo lógico pensando en que la mayoría llega con riñoneras y mochilas cargadas con las dos opciones: ropa para protegerse del sol y estar frescos y luego abrigo para cuidarse del frío. Además de frutas que este año se pudieron ingresar. Igual se podría mejorar esta situación de demoras y filas, pensando que es el único ingreso.
En este día se notaron los cambios musicales, con el trap cerrando el Escenario Sur, pero no de manera total como fuera la edición del 2020. Desde esa vez varios comenzaron a referirse al festival en redes como Cosquín Trap, nada más lejos.
El Vuelto, Jóvenes Pordioseros y Cruzando el Charco dieron los primeros momentos del Escenario Norte. Mientras que Silvestre y La Naranja mostró su crecimiento en el Escenario Sur, los autores del hit “Sos todo lo que está bien” están integrando cuanto festival exista luego de su disco Supersticiones (2021).
Cuando ingresaron al predio no fueron pocos quienes se aceraron curioseando al Escenario Paraguay, ahí estuvo The Colorated casi desnuda con su llamativa propuesta de trap, dubstep y electro punk. En el Escenario Boomberang a las 16.30 la mendocina Anyi mostró su talento y encanto, con una banda integrada en su totalidad por mujeres, donde se destacan Lucila Pivetta de MAI en bajo y Melanie Williams en guitarra. La Piba Berreta de Los Rusos HDP estuvo de invitada en “Chimba”. Adelantó “Algo” primer single de su próximo disco. El indie que le gusta a la gente.
Si hablamos de progresión ahí estuvieron los hermanos Andersen de El Plan de la Mariposa. Con un sol que pegaba muy fuerte a las 17, tuvieron una gran cantidad de público viéndolos y cantando sus canciones. Lejos quedaron esas ediciones del CR16 y CR17 de tocar para poca gente. En junio llegan al Luna Park.
En el Escenario Montaña luego de Manu Martinez la cosa se demoraría casi 20 minutos. Los platenses de Peces Raros subirían a las 18.50 con “Cicuta”, canción que tuvo nueva vida luego de su remix con Trueno. En este momento llegó gente que venía de escuchar el rock n roll de Caras Extrañas, para meterse a la pista de baile con sintetizadores y baterías electrónicas. Muestra del cambio de tiempos. Aunque otros siguieron de largo y se encontraron con los hits inoxidables de Fito Páez en modo El amor después del amor, con el 30 aniversario de su disco más exitoso el rosarino vive un resurgir en convocatoria. Una multitud fue a verlo cantar y emocionarse con esas canciones que los atraviesan.
Acá el hecho curioso, porque Fito fue el único que no permitió la transmisión de su recital por Flow. Así que ese recital, con su alargue incluido, quedará solo en la memoria y celulares de los que fueron. Y de la prensa que lo cubrió claro.
Con el Escenario Boomberang demorado los 1915 subieron a las 19.40 para tener su revancha del año pasado cuando su bajista que no pudo estar presente. Presentaron algunas canciones de su nuevo disco Fuera de lugar (2022). Desplegaron sus dotes de banda para ver en vivo, sonaron ajustados y rockeros, por momentos bien ruidosos y generando pogo. “El enemigo” con su extracto de la famosa entrevista a las Madres de Plaza de Mayo en la dictadura, fue muy aplaudida y eso siempre es reconfortante ante tanta derecha negacionista dando vueltas.
Luego fue el turno de Emma Horvilleur con sus canciones gancheras y buena onda. En un momento se metió el sonido de Bandalos Chinos y Emma comenzó a bailar. “El que vino a este escenario es porque quiere” dijo a su público que aplaudió inmediatamente y luego repasó “Tu Hermana”, “Negra Monamour” y “12:30”. En ese momento se metió el sonido de Ciro y los Persas, “nosotros también tenemos lo nuestro” dijo y largó una seguidilla de IKV: “Jugo”, “Fabrico cuero” y “Abarajame” para despedirse con el agite de “Radios”. Dejándonos pensando en su estribillo “Me transporta a donde / No importa / Si solo se que nos hace bien bien” que se podría utilizar para toda esa avalancha musical que es el CR. Una radio moderna.
Beber y comer
Con la noche encima, nos quedamos analizando que se vieron muy pocos rolingas, no hubo metaleros ni rastas, no hay crestas punk, no hay fisuras ni gedes, o por lo menos todos ellos no resaltan como antes, cuando se veía gente destruida tirada en cualquier parte del predio. Otro cambio más. De las propuestas ajenas a los seis escenarios, la gastronómica es la que más creció. Con decenas de foodtrucks, vinos, café, vermus y hasta cocina gourmet. Realmente muchas opciones y espacios. Aunque en el momento en que estallaron las filas, lo que más rápido salía era el pancho.
Las bebidas venían con los infaltables ecovasos ($700) que además de la gráfica del festival, estuvo la opción celeste y blanco con las tres estrellas. En cuento a precios el fernet estaba a $2700, la cerveza a $2000, la gaseosa a $900 y el agua a $600. Hubo distintos puntos para recargar agua en vasos o cantimploras en el predio, no sin polémica porque el caudal y presión con la que salía demoró bastante las filas por la tarde.
Todos estos puestos, del mismo festival, de emprendedores e independientes, se suman a los otros trabajadores técnicos y proveedores del mega evento. La info oficial dice que se superan las 10.000 personas en actividades, donde más de 5.600 son empleados directos. En números son más de la mitad de habitantes que tiene el pueblo de Punilla. Pueblo que contó como nunca con puestos en las veredas, ningún vecino se quiso perder la posibilidad de hacer una diferencia ya sea alquilando su propiedad, su patio para carpas o estacionamiento o saliendo a vender algo.
Nena, no me vendo, estoy sold out
En esta oportunidad Ciro llevó a la Orquesta Sinfónica de Villa María, para retomar esas versiones que editó en Sueños (Un viaje en el tiempo) (2022) su último material. Situación que luego traería enojo por parte del ex Piojos para con la prensa que no gustó de esa propuesta, dedicando varias palabras al respecto en Twitter. A ese descargo lo cerró con el mensaje que le mandó Charly Garcia, quién lo vio todo por pantalla: “Llevar una orquesta al barro del cosquin! Eso es lo más!!”. ¿Y si el año que vine lo invita a Charly?. Es difícil pero ojalá que Garcia pueda volver al festival. Say no more.
Monsieur Periné fue todo un acierto de la grilla. Luego de lo criticado que fue José Palazzo por la inclusión de artistas féminas, el festival le encontró la vuelta con muy buenos números internacionales como Nathy Peluso, Mon Laferte, Julieta Venegas, entre otras. En este caso el dúo colombiano de Catalina García y Santiago Prieto brillaron con sus canciones y un show hecho para festivales. Sin pausas, apoyándose en las visuales e interactuando con la gente. “Mundo paralelo”, “Nuestra canción” hit de Tik Tok, el cover “Sabor a mí” y “Bailar Contigo” fueron cantadas y aplaudidas. Le siguió Babasonicos subidos a su último disco Trinchera, pero sin dejar de lado esos clásicos de siempre como “Pendejo”, “Irresponsables” y “Como eran las cosas”, entre otros. Dargelos y compañía siempre cumplen.
La salteña Feli Colina, está en modo festivalitis, su desembarco en el Cosquín Rock llegó luego de su paso por el Quilmes Rock, Primavera Sound y varios más. La banda tiene aceitado un show idéntico para estas cosas, el mismo que le pudimos ver en el Salta Boombox. Pero a diferencia de esa vez en el Centro de Convenciones, acá en la docta el publico fue a verla a ella y le festejó todo. Con la sensualidad a flor de piel, su característica, y un vestuario que fue el goce de las cámaras y celulares, Feli repasó algunas de El Valle Encantado (2022) y metió varios covers folk como “Carnavalito del duende” y “El Avenido”.
En un año la carrera de Dillom, estalló. En el CR22 su show fue en una carpa, llena sí, pero ahora el show fue para una multitud que se sabía cada una de las de Postmortem (2021), ese gran disco que sacó el joven rapero y que le sirvió para girar de manera internacional y por distintas partes del país, llegando al NOA incluso.
Así “La primera”, “Bicicleta” y “220” trajeron el lado chill mientras que “Side” y “Reality” desataron el pogo tierra cargado de banderas. No todo está bien siempre, hay mucha oscuridad en la vida, incluso el estar solos con nuestra cabeza nos juega en contra. Se agradece que alguien le cante a eso. No todo puede ser bonito. En medio del show Dillom recordó la carpa del 2022 y contó que ahí arrancó la Postmortem Band y que este era el último show para dos de los integrantes que van a seguir con sus proyectos. Pero la banda no se separa, aclaró el “carilindo” en Twitter, para quienes entendieron cualquiera.
Lisandro Aristimuño llegó a su primer CR en un horario difícil por la superposición de grandes artistas. Aunque no le impidió ser lo más visto del Boomberang. El rionegrino armó de vuelta su numerosa banda, venía tocando en solo set, y metió un show eléctrico con cuerdas, percusión y el al centro. Hacía falta verlo de vuelta así, con ese hermoso rejunte de sonidos e influencias que tiene encima, desde Radiohead a Liliana Herrero de LCD Soundsystem a Raly Barrionuevo.
Ca7triel y Paco Amoroso subieron a las 23.30, para mostrar esa música del futuro que hacen. En esta oportunidad se diferenciaron de su show de 2020, intercalando tracks de sus carreras solistas, ambos editaron muy buenos discos y no iban a dejar que esas canciones queden de lado. El show fue de salto y efervescencia constante, con apoyo en las visuales y hasta coreografías. Sonaron las de la segunda temporada pero las más festejadas fueron las “viejitas”: “OUKE”, “Ola mina XD” y la oda al fernet “Cono hielo”.
Las Pelotas sacarían sus credenciales de banda infaltable en el festival, en esta oportunidad cerrando el Escenario Norte con una veintena de canciones repasando toda su historia. Pero el verdadero cierre fue con Tiesto, para medios especializados en música electrónica: el mejor dj del mundo. Fue la primera vez que el CR tuvo el mismo artista para el cierre que el Lollapalooza, demostrando el camino que eligió el festival en sus cambios. Y generando en redes el nuevo apodo favorito de varios: Cosquinpalooza.
54 propuesta musicales desfilaron en el segundo día, totalizando 111 en ambas jornadas. Donde un 32,2% fueron mujeres, según datos oficiales, cumpliendo así la Ley de Cupo del INAMU. En esos datos se indicó que el 70% de los asistentes fue por la experiencia en sí, más allá de algún artista en particular, mostrando lo contrario a lo que se dice en redes. Con el record de convocatoria y un 2023 cargado de ediciones internacionales, solo resta esperar si se vendrán más cambios para el 2024 o si este será de acá en más el Cosquín Rock.