Dillom en CR24. Foto: Matías Egea para Rock Salta.
Coberturas

Cosquín Rock 2024 | Día 1: trinchera

En el festival más importante del país, el rock fue el más convocante con Babasonicos, Divididos y Skay. Dillom y Lali acrecentaron la diversidad musical y encendieron la polémica al marcar su postura en contra de Milei y sus políticas.

Fotos: Matías Egea

«¿Ya arrancó Babasonicos? ¿Qué están haciendo aquí?», le pregunta Lali al público en el Escenario Montaña, ubicado al medio del gigantesco predio de Santa María de Punilla, pasadas las 21 del sábado, primer día de Cosquín Rock 2024. Efectivamente, Dárgelos y los suyos están tocando en el Escenario Norte, Divididos va cerrando su set en el Escenario Sur, y en el ingreso al predio la banda fenómeno de la cumbia, Ke Personajes, toca en el Escenario Paraguay. Alan Sutton y Las Criaturitas De La Ansiedad, virales de Tik Tok, tocan en el Escenario Boomerang, mientras que Escalandrum propone su fusión de jazz y tango en La Casita del Blues.

Todo en todas partes al mismo tiempo. Con el rock como punta de lanza, pero con los otros géneros convocantes en espacios destacados. Es el camino que eligió transitar en los últimos años el festival más importante del país, que ya cuenta con varias ediciones a lo largo de nuestro continente y también en España.

Equipo que gana no se toca. Así, el trinomio verano, carnaval y Cosquín Rock se volvió a juntar tras la edición récord del año pasado. El predio contó con cuatro hectáreas más y eso se sintió fuerte en las distancias a recorrer de escenario a escenario. Aunque también fue el año del decrecimiento luego de la locura post pandemia. Aproximadamente un 50 por ciento menos de asistencia. De cien mil a cincuenta mil personas en la primera jornada. Con una grilla similar al 2023, todo indica que la profunda crisis económica evitó que la concurrencia del año pasado se repitiera. No hubo sold out semanas antes y se vendieron entradas durante ambos días.

Vení mirá

La humedad golpeó fuerte en toda la jornada y el sol hizo lo propio en las primeras horas. A las 14.30 a los Winona Riders, banda ascendente del under, les tocó la siempre difícil tarea de abrir el Escenario Sur. Había más gente que los veía desde sus casas por streaming que presentes en el predio. En el Escenario Norte pasaba lo mismo con Blair, la joven cantante que estuvo participando en los shows de su ídola Taylor Swift en River, de la mano de Louta.

La Mississippi mostró su trayectoria blusera y gran nivel. Recordaron a Ricardo Iorio con “Ermitaño”, canción que grabaron con el ex Hermética en el disco Búfalo (2011). A pesar de que Almafuerte fue una de las fijas en los casi 25 años del festival, no se hizo un homenaje a la partida del prócer del metal pesado argentino. Queda la deuda pendiente.

El Escenario Montaña debutó el año pasado como gran acierto. Estaba ubicado en medio del predio y al ser de paso obligado era fácil saber quién estaba tocando. Bandalos Chinos sorprendieron con los covers “Canción para naufragios” de Patricio Rey, donde se lució el saxofonista, y “Hablando a tu corazón”, de Charly & Aznar con el que cerraron su set. Le siguió Miranda!, quienes siempre son una fiesta. En esta oportunidad, con las reversiones de sus clásicos publicadas en Hotel Miranda (2023), que los llevaron a tocar en el Estadio de Ferro en diciembre. El disco esta cargado de invitados. Al no contar con ninguno de ellos en vivo, aparecieron por las pantallas, y así el show perdió fuerza. El problema de estos tiempos con las colaboraciones y/o featurings.

Magãmo de Nafta

Nafta volvió al festival para presentar su disco Nafta II (2023), con “Andate”, “Duele”, “Hasta que te vas” como hits instantáneos. Así lo demostraba la gente que las cantaba junto a las del primer disco. La numerosa banda tiene de lider a Magãmo y el apoyo fundamental de las voces de An Espil y Abril Olivera. Los tres llevan muy bien ese soul que le anda haciendo falta al rock argentino. Ojalá que pronto les podamos ver en el NOA.

Luego de su debut el año pasado, Wayra Iglesias regresó a La Casita del Blues, pero esta vez con público propio y ya con todo el apoyo de la familia de La Renga. Se los pudo ver a su padre Tete, muy emocionado, y a su madre, Silvina Cendón, agitando desde la primera línea.

A este escenario lo cerró Julieta Laso. La porteña radicada en La Caldera transformó el espacio en un café concert a base de tangos, milongas y otros géneros que viene plasmando en sus muy buenos discos. Hasta hubo lugar para una maravillosa versión de “Blues de la artillería” que supo hacer junto a la Kermesse Redonda. La Casita ya no es solo de blues. Se amplió para este 2024 y una vez más fue cobijo para una larga jornada de volúmenes fuertes, a pesar de la invasión del sonido de los otros escenarios.

El Escenario Boomerang, desde su creación en 2022, vive demorado. Es el que cuenta con más artistas de los seis espacios. Muchas bandas en poco tiempo y con poco lugar de armado o reprogramación. Es algo para repensar por parte de la organización. Tal vez acortar el número de artistas. En tres años nunca lograron cumplir los horarios. En varias oportunidades la gente pasaba y no sabía quién seguía o qué demorado iba. En ese espacio, Dante Spinetta le metió funk y repasó varias canciones de Mesa Dulce (2022) con guitarra en mano, como “El lado oscuro del corazón”.

El Escenario Paraguay cambió de lugar y lo sufrió. A pesar de su muy buen armado y propuesta con La Delio Valdez, Sara Hebe o Ke Personajes, el lugar estaba muy alejado del circuito, casi en la salida del predio, y si bien no se escuchaban los otros escenarios, la distancia le jugó absolutamente en contra para la convocatoria.

En la plaza lo tienen que matar

Tres años consecutivos para Dillom en el Cosquín y las tres veces en espacios distintos. En esta oportunidad, tocó con Divididos del otro lado e igual llevó mucha gente. Se apoyó en los hits de Post Mortem (2021), sin dudas uno de los grandes discos de los últimos años, que será muy difícil de superar. Dylan León Masa, su verdadero nombre, suele regalar versiones en los festivales grandes. Hizo “Una vela” en 2023 y “Nos siguen pegando abajo” en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. En esta oportunidad se metió con “Sr. Cobranza”, de Las Manos de Filippi, con la letra cambiada en el inicio: «A Caputo en la plaza lo tienen que matar». Y al final con: «En el Congreso se escuchan tiros, son las almas de los pobres, son los gritos de argentinos».

Con la transmisión en vivo y la viralización instantánea en redes, se encendió la polémica. Llegando a una denuncia «por incitación a la violencia y amenaza agravada», que veremos en qué termina. Por lo pronto, Las Manos de Filippi salieron en su apoyo. Días después, el cover le sigue valiendo a Dillom ser conocido por varios, como dan cuenta los comentarios en YouTube y otros lugares donde se puede encontrar la versión.

Divididos llevó una multitud para hacer lo que hace siempre. Ser una de las mejores bandas para ver en vivo. Una veintena de canciones sin invitados ni nada raro. Sólo el poder de una de las mejores guitarras, mejores bajos y mejores baterías del país. Ricardo Mollo se emocionó en el momento acústico de “Spaghetti del rock” y remarcó: «Ni la biblia nos dejan ahora» al cantar “Huelga de amores”.

Lali, una de las cuestionadas por los puristas, brindó un show a puro pop. Con coreografías, vestuario, banda, luces y visuales propias del género. También se refirió a Milei y sus dichos de que la ex Casi Ángeles vive del Estado. El presidente tiene una obsesión con la actriz de Permitidos y veremos hasta cuándo insiste con ese enfrentamiento que muchos artistas indicaron como desigual e injustificado, solidarizándose con la cantante.

Lo de Skay Y Los Fakires una vez más estuvo a la altura del mito. Una fija del festival que ojalá siga por muchos años más. En esta oportunidad tocó bien de noche. Es increíble lo que hace en el escenario junto con su banda, más allá de que pueda interpretar más o menos temas de los Redondos.

Babasonicos fueron los que más gente llevaron en el Escenario Norte. Repasaron varios de Trinchera (2022) pero también los festejados clásicos “¿Y qué?”, “El colmo” o “Yegua” (versionada por Lali a unos metros), entre otros, mostrando las distintas facetas musicales de la banda y el poder escénico de Dárgelos. Finalizaron con “Irresponsables”. Les siguió Conociendo Rusia, que hace no tantos años atrás tocaba en una de las carpas del festival, lo que habla del crecimiento del proyecto de Mateo Sujatovich. La fiesta de cierre la pusieron Los Auténticos Decadentes con sus hits inoxidables, uno detrás del otro e incluso apurándolos para tocar más temas.

Gordo y Claptone, ambos DJ internacionales, fueron los encargados de cerrar la primera jornada del festival, y en ese momento se notó la diferencia de este público: gente que llegaba sólo para verlos a ellos. Todos perfumados y radiantes, sin horas de festival encima.

Acá lo llamativo de la jornada: ya en la madrugada seguía el calor, nunca refrescó realmente. El clásico frío de la noche en las sierras nunca llegó. Todos seguían de remera y shorts. Fue el Cosquín Rock más caluroso de la historia, con 55 propuestas musicales en los seis escenarios en la primera jornada que miles de personas también siguieron en vivo de manera online. Incluso el mismo José Palazzo tuvo un intercambio con el presidente por Twitter durante el festival, a diferencia de los que estaban en el predio, que no tenían nada de señal.

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Miranda! y su feats en pantallas
Julieta Laso haciendo lo suyo en La Casita del Blues