Para el cierre del festival, la infaltable lluvia dijo presente y el predio fue puro barro. Se destacaron en los escenarios principales Ciro, Slash y Molotov, pero también Damas Gratis, Duki y Steve Aoki.
– ¿Y ellos quienes son?
– Son de Tik Tok, me gustan dos temas. Los escuchamos y nos vamos.
La pregunta viene de la madre. La respuesta, de la hija, que no tiene más de 18 años. La charla se da mientras ambas se van acercando a uno de los seis escenarios del Cosquín Rock 2024 en la segunda y última jornada del festival. Marca el cambio del megaevento en cuanto a su público y también es un signo de los tiempos. ¿Qué adolescente de los 90 iba con su padres a un festival o un recital?
Las estadísticas oficiales marcan que asistieron más de 50 mil personas el domingo y la impresión es que fue más gente en este segundo día. Totalizando más de 100 mil personas en ambas fechas y marcando ese aproximado de 50 por ciento menos que el año pasado. La crisis socioeconómica se hizo sentir. Esas estadísticas también dicen que la madre e hija forman parte del 21 por ciento que fue en compañía de su familia, mientras que el 52 fue con amigos, otro 21 en pareja y un 6 fue solo.
Como casi todos los años en sus 24 ediciones, la lluvia volvió a ser protagonista. Generando momentos épicos en las bandas que abrieron la jornada, como los Rosa Profunda, joya cordobesa, que propone un trip hop volado prácticamente único en el país, y Nenagenix, ascendente banda del under porteño que viene sumando adeptos. Aunque la parte más fuerte de la tormenta de verano la recibió El Bordo, quienes no dejaron de tocar y les quedará el recuerdo para toda la vida con los videos que se viralizaron en redes.
Sin lluvia, sin nubes y con el sol a pleno, la humedad fue aún peor que el día anterior. Además que varios sectores de las catorce hectáreas del predio quedaron embarradas, especialmente los caminos entre escenarios. Con esto la tuvieron más difícil quienes ya venían con el cansancio de doce horas del día anterior.
Se siente el reggae
El Escenario Paraguay, a la mano izquierda del ingreso, en esta jornada estuvo dedicado al reggae. El espacio fue uno de los mejores del festival. Prácticamente un vip, con baños, puesto de hidratación, carga de pulseras, venta de comida y bebida. Sin filas. A pesar de todo esto positivo, el estar alejado del circuito de los otros escenarios repitió lo visto el día anterior, y el lugar quedó muy grande con la poca asistencia del publico. Además que por la lluvia sufrió la modificación de horarios de varios artistas y el acortamiento del set de algunos.
Alika fue la que vio disminuido su set y agradeció a quienes se acercaron a verla junto con su banda. Casi media hora después de lo anunciado, Mimi Maura inició su show cargado de temas clásicos de su repertorio. La cantante y compositora argento-portorriqueña no participaba en el festival desde el CR17, cuando también tocó junto a su ex banda El Siempreterno.
Siguieron Dancing Mood y la leyenda jamiquina Don Carlos. El cierre fue para Alborosie pasada la medianoche. El italiano radicado en Jamaica supo estar a la altura. Con su magnetismo y experiencia le puso fiesta reggae a la noche, recordando esas viejas épocas de escenarios temáticos del CR. Invitó a Hugo Lobo, recordó a Bob Marley y recomendó ver la película biográfica del icono, que ya está en cines. El mejor momento fue cuando regaló una sorpresiva versión de “No tan distintos” de Sumo que volvió locos a todos.
Se siente lo urbano
En esta segunda jornada se vivió uno de los cambios para esta edición con lo urbano copando el Escenario Norte, que por ubicación es el histórico Escenario Principal del festival. Aunque en los papeles esto no fue así, ya que tanto Norte como Sur tuvieron medidas y lengua idénticas este año.
Con el sol a pleno luego del agua, Milo J aprovechó su oportunidad. El joven ya fue parte del Primavera Sound Buenos Aires 2023 y es uno de los tantos ejemplos de ascensos meteóricos que tiene el genero urbano. Le siguieron la mexicana Snow Tha Product, la fiesta de Los Caligaris y el trap de verdad con Ysy A saltando como conejo de acá para allá. Habrá alguno que le guste más o menos lo que hace, pero no se puede negar su convocatoria.
El regreso de Duki fue como artista que llena estadios de futbol, a diferencia de su debut en el CR20, cuando varios comenzaron a referirse al festival como Cosquín Trap, nada más lejos. Duki alternó entre una ajustada y rockera banda en vivo y pistas. Tocando una veintena de canciones, incluso su participación en “Hablamos mañana” de Bad Bunny. Aunque la gente esperaba el regreso de Modo Diablo, no hubo participación con sus colegas.
Damas Gratis cerró con la mayor convocatoria de ese escenario. Su inclusión a pesar de su popularidad y hits inobjetables era algo impensado años atrás, pero con la apertura musical del festival ya todo es posible. Como la festejada participación del DJ internacional y estrella Steve Aoki en el Escenario Montaña.
Se siente el rock
En el Escenario Sur, Las Pastillas del Abuelo, que supieron cerrar el CR, tocaron a las 17.30, con las banderas y el agite propio de las décadas pasadas del festival. Curioso ver gente secando su ropa en sillas y árboles mientras disfrutaba del grupo de Piti Fernández, que más tarde fue invitado de Las Pelotas. Ciro y Los Persas, ya sin propuesta sinfónica polémica, se dedicó a lo que mejor sabe hacer y es generar una gran fiesta rockera, cargada de banderas, bailes y pogo con sus hits y los de su banda anterior. Aprovechó el mejor horario del festival empezando de día y terminando de noche.
En el Escenario Montaña, los Estelares repitieron exactamente lo realizado el año pasado. El Kuelgue banda que muchas veces se ha tomado como chiste, va creciendo y armando su propio universo. Presentó Hola Precioso (2023) su último disco.
En una nueva encarnación, los Catupecu Machu de Fernando Ruiz Díaz saben como encender a la gente. Justamente los Usted Señalemelo participaron del cierre de Catupecu, para luego hacer lo propio, por primera vez de noche y en un escenario principal, como marcó Juan Mango, su cantante, recordando ese debut en el Hangar junto a Perras on the Beach en CR17. Los mendocinos son de las bandas más interesantes que tenemos en la actualidad, aunque Tripolar (2023) fue desparejo y no terminó de conformar. El vivo de la banda sigue siendo su punto fuerte. En el NOA lo podremos experimentar el próximo abril durante el Festival TUI en Tucumán.
Mientras, en La Casita de Blues, los Riel dieron un show enérgico con su rock alternativo. Otros que también pasaron a tocar de noche y se beneficiaron de eso fueron los Peces Raros, que metieron visuales y mucha pantalla a esa muy buena mezcla de electrónica y rock que hacen, otra de las futuras bandas de exportación que tiene la Argentina en la nueva camada.
Una figura internacional de peso rockero suele ser un pedido común pero difícil de complacer para el CR. Sabemos que Metallica estuvo cerca alguna vez. El anuncio de Slash Ft. Myles Kennedy And The Conspirators fue una puja personal de varios años por parte de José Palazzo. El icónico guitarrista atrajo muchísima gente que vitoreó su andar en las seis cuerdas. Un hard rock hecho a la perfección con la voz de Myles Kennedy y en varias oportunidades con la del bajista Todd Kerns. Cada vez que el de la galera caminaba por la pasarela y los costados cerca de las pantallas, una marea de celulares se elevaba a grabar. Aunque eso sí: se esperaban más covers de los Guns y solo hizo “Don’t Damn Me”. No hubo ni un punteo de su ex banda para los presentes. Al mismo tiempo y para sorpresa de muchos, Los Tipitos fueron de los que más gente llevaron en las dos jornadas del Escenario Boomerang. El poder de los hits radiales.
Las Pelotas dijeron presentes una vez más. Haciendo en su mayoría clásicos de su etapa post partida de Sokol, pero regalando tres de las que solía cantar El Bocha en la voz de Gabriel Dahbar, habitual invitado del grupo.
Los Molotov regresaron luego de su paso acústico en el CR20. Los mexicanos han participado en muchas ediciones del festival y apelaron a las canciones de sus dos mejores álbumes, ¿Dónde jugarán las niñas? (1997) y Dance and dense denso (2003), épocas del llamado rock latino de la vieja MTV. Para que nadie se quede sin cantar hits como “Frijolero”, “Here We Kum” y “Mátate Teté”. Sorpresiva fue la dedicatoria de “Dance and Dense Denso” para la memoria de Ricardo Iorio. La seguidilla “Gimme tha Power” y “Hit Me (Gimme tha Power II)” tuvo dardos directos para el gobierno de la alianza entre La Liibertad Avanza y el PRO, despertando aplausos. Se mantuvo así el lugar de contracultura que tuvo el día anterior.
¿Hasta el próximo Carnaval?
La madrugada del lunes tuvo a la gente retirándose del predio con la mochila llena de ropa, ya que el calor y la humedad se mantuvieron. En el cierre, algunos canjeaban su ecovaso ($2000) y otros buscaban su favorito o varios para regalar (se usa mucho de souvenir). Un paso festejado en sustentabilidad que muchos otros eventos están imitando. Previo a los ecovasos, el predio terminaba con un mar de descartables de plásticos y cartón. Ojalá que esto mismo se traslade al pueblo, utilizando distintos puntos de acopio para reciclaje.
En ese largo y lento caminar a lo The Walking Dead de la salida, los puestos ambulantes que antes vendían el Fernet a $5000 (adentro estaba a $9000) ya lo estaban vendiendo a $2000, mientras que las hamburguesas o choripanes que estaban entre $3000 o $4000, se vendían a $1000. Consultados por Rock Salta, los puesteros remarcaban que había sido un año sumamente flojo. Algunos comerciantes no habían vendido más de veinte remeras en ambos días.
54 propuesta musicales desfilaron en el segundo día, totalizando 106 en ambas jornadas. Las cifras oficiales nos cuentas que el CR24 movilizó más de $ 21 mil millones. Su realización contó con 5000 empleos directos, más los indirectos tanto dentro del festival, como fuera del predio.
Ahora resta esperar, más allá de sus varias ediciones internacionales, qué propuestas nos tendrán para el 2025, año en el que se festejará la edición numero 25 del festival, a sabiendas que el carnaval cae del 1 al 4 de marzo.
Mirá acá la galería completa de Matías Egea
