En una entrevista con nuestra revista, el ex bajista de los Redondos se preguntaba por la masividad sostenida del grupo.
Ya pasaron casi veinte años desde que los Redondos tocaron en vivo por última vez. Se cumplirán el próximo 4 de agosto. Sin embargo, el fenómeno ricotero se mantiene. No sólo en aquellos seguidores que viajaban a todas las provincias donde se presentaran, sino también en nuevas generaciones. Chicos y chicas que quizás no habían nacido cuando la banda del Indio y Skay se despedía.
La última muestra de esa vigencia se dio el mes pasado, cuando el Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado se presentaron en un streaming que se volvió primera tendencia nacional y dejó como saldo un nuevo himno como «Encuentro con un ángel amateur».
Pero ese fenómeno en crecimiento no es algo de estos días. En realidad nunca se interrumpió. Crece y excede a la banda. Para algunos es inexplicable. Uno de esos que no entendía era Semilla Bucciarelli, el ex bajista de la banda, que en una entrevista con la revista Rock Salta reconocía que en ese momento no entraba en su cabeza el éxito posterior a la separación del grupo.
«Lo que pasa con los Redondos cada vez lo entiendo menos, porque va creciendo. A mí me vienen a saludar pibes, nenes, que decís ‘cómo puede ser que se enganchen’. Lo bueno es que es todo cariño», decía el músico y artista plástico allá por 2011, cuando la banda ya llevaba diez años de inactividad.
«Ni me pongo a analizarlo porque va más allá de la música. Es increíble, pero está bueno», agregaba.
Unos años después de esa nota, Semilla pudo registrar el alcance masivo del mito al que pertenecía. Fue en 2014, cuando el Indio Solari lo invitó a tocar en un show realizado en Gualeguaychú, Entre Ríos, ante más de 150 mil personas.
Leé la entrevista completa en el número 4 de la revista Rock Salta, de agosto de 2011.