Foto: Diego Maita L
Coberturas

Matilde Paul en El Teatrino | Tracción a Sangre

En un recinto que recupera dinámica y vida de la mano del programa Reactivar Escena, la solista salteña presentó su nuevo disco.

De unos años a esta parte, la escena de rock y pop local viene renovándose en clave generacional y en clave estética. Parte importante en este panorama son las mujeres, que sea en plan solista o integrando proyectos colectivos, nutren la música salteña de hoy.

Una de ellas es Matilde Paul, quien hace tiempo viene generando desde un concepto electro pop solista, donde se encarga de todo: canta, programa, toca la guitarra y los teclados. En ese plan, tenemos su disco Fuxia (2018) y otros EP lanzados en 2019 y 2020.

En ese plan fue que arrancó el show el pasado dos de septiembre. Ella sola, frente al escenario con la compu, el Helicon (procesador de voces), un sintetizador y la guitarra. Para quienes tenemos una formación más analógica en lo musical, no deja de ser una grata sorpresa ver como una artista puede desplegar todo eso en vivo, todo ese digital love.

Sin embargo, luego de dos canciones en su formato habitual, llego el momento de presentar una formación que rompe con lo que venía haciendo. Sólo quedó el sinte, los asistentes retiraron todo lo demás del escenario y subió la banda: Pablo Gorostiague (bajo), Emi Livelli (guitarra de nylon) y Martín Misa (percusión). Así sonaron las canciones del nuevo EP De las estrellas, próximo a salir y algún otro clásico como “Lejos”, corte de difusión de su primer disco.

Quién haya visto a Matilde en vivo, sea solista o de invitada de alguna banda, probablemente haya tenido algún tipo de intuición o duda que fue evacuada en el show en El Teatrino: ¿qué pasa si se entrega más a la interpretación vocal y descansa lo otro en una banda? La jugada fue muy buena, y con una banda de lujo, fue un momento súper ameno y porqué no experimental, donde la potencia de la expresión del cuerpo sumó a la música.

Se nota la marca de lo biográfico: las letras nuevas hablan de otra cosa, de otro momento de la vida, y este sonido nuevo parece acompañar ese movimiento vital. Pocxs artistas se animan a reinventarse, así sea por una noche, y eso vale ser celebrado.