El grupo dio un excelente show apelando a clásicos de los noventa y algo de su gran disco de regreso. Funk-rock, la baba de ellas y el sudor de los miles que disfrutaron del show gratuito.
Y un día, Illya Kuryaki & The Valderramas volvió a Salta. Esa bestia que en los noventa trastornaba la mente de miles de niños y adolescentes, merced a letras atípicas y videos clase b, ahora es una de las bandas más importantes que tiene este país, y lo van demostrando en cada escenario que pisan en esta gira de regreso.
Luego de Fer Gril y Molotov llegó el turno de IKV. Algunos trasnochados pensaron que los mexicanos tendrían que haber cerrado, lo que demuestra que a pesar de que Wikipedia sea tan visitada, pocos saben de historia, y las influencias, y logros de las bandas que gustan escuchar.
Para abrir el show los Illya eligieron “Chaco”, que llegó con su asían dub hipnótico. En ese momento, más de 20 mil personas estaban en el predio, mientras otros miles seguían la transmisión de manera online. Emmanuel vestía saco y chupines, bien glam como es su estilo, mientras que Dante, todo de rojo, lucia a la moda hip-hop. Ambos con lentes oscuros, reglamentarios. El segundo tema fue “Ula-Ula” para que los dos rapeen mientras se paseaban por todo el escenario, micrófono en mano, donde cientos de féminas no paraban de gritarles “piropos”, esto se repitió toda la noche.
El problema que tienen los shows gratuitos es que no hay tamiz, no se puede saber si el que está abajo es un enfermo seguidor del grupo, o simplemente fue porque le pintó. Esto se notó mucho con temas que piden al baile más que al pogo. De todas maneras todo fue decantando y tanto los desbocados como los espectadores pasivos fueron enganchándose con la propuesta.
Ya cargando las violas en sus hombros se despacharon con “Jaguar House”, «Jugo» y «Latin geisha” una verdadera seguidilla de hits para la pista de baile. Mostrando todo la influencia que tienen del groove disco, Prince, Michael Jackson y tantos otros grandes. El grupo musical que acompaña al dúo está conformado por percusión, batería, bajo y los que se destacan más en el vivo: Matías Rada en guitarra y Rafa Arcaute en teclados. Este último es el productor de Chances (2012), su gran disco de regreso. Como es costumbre cada vez que comparten un festival, los cuatro Molotov acompañaron en “Madafaka”, tal cual está grabado en el álbum.
“Expedición al Klama Hama” y toda su fuerza de rapsodia épica, detonaron en los inmensos equipos de sonido, de los cuales había que alejarse un poco para poder entender bien lo que se estaba escuchando. “Abismo” fue el turno de la voz en solitario de Horvilleur mientras que Dante acompañaba en una electroacústica. Luego llegaría su momento al interpretar “Ruégame”, la gran joya de la noche, y el tema que dejó a varios preguntándose por qué este tipo rapea, si puede cantar y tocar así la guitarra. Todo cabe en los Kuryaki.
El momento de la emoción máxima llego con “Águila amarilla”, mientras distintas imágenes del Flaco Spinetta pasaban por la pantalla, a un año del fallecimiento del padre de Dante, y el día más triste para varios, esa magnífica y ya clásica canción parece curar algunas heridas y hacernos entender que “su corazón late en quienes supieron amarlo”. “¡Flaco! ¡Flaco!”, gritaron todos.
Luego de saltar con “Coolo” o con “ocote” según le dijeron desde el público a Dante, cuando el preguntó cómo se le decía por estos lares a esa parte del cuerpo; llegaron los bises. Primero volviendo en el tiempo a 1991 con un breve momento a capela de “Fabrico cuero”, para luego caer en el contraste absoluto, con el beat robótico soul de “Funky futurista”. Para el final, el poderoso hardcore de “Remisero” y el hit que los llevo a la cima a fines de los noventa: “Abarajame”. Mientras varios imitaban los pasos ninjas que dejaron grabados en ese video freak.
Hora y media de un elevadisimo show, para el público que acompañó en buena medida, a pesar de las distintas e importantes opciones que había en todo el norte, y 16 canciones que reflejaron lo viejo y lo nuevo de este par que tanto extrañaba el rock y la música argentina. Ojalá no haya que esperar tanto para otra visita y que el público entienda de una vez lo que valen este tipo de shows cuando no está detrás y bancando todo una mega marca internacional.
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