En el marco de una gira por cinco provincias, el cantautor jujeño se presentó ante el público de nuestra ciudad.
Si algo bueno trajo la pandemia, es la puntualidad con la que están arrancando ciertos shows. La contracara, es el límite horario que fijan los protocolos. El show de Bruno Arias en el Teatro Provincial de Salta, precedido de un conjunto y una solista que cantaron dos temas como previa, duró poco más de 90 minutos y quizá nos quedamos con ganas de más. Pero estuvo muy bien.
El planteo del espectáculo tuvo tres momentos: un arranque tranqui, de menor a mayor, con clásicos del repertorio del jujeño como «Guanuqueando», «Huancar», «Kolla en la ciudad», entre otros; luego presentó la mayoría de las canciones de Risa Eterna su último disco. A propósito de éste, y acorde a los nuevos términos de escucha, invitó al público a mandarle un mensaje a su Instagram, con el compromiso de mandar el link de descarga del disco. Luego de presentar estas canciones, hubo un cierre con «Jacha Mallku» y un continuado de bailables andinos.
¿Qué se puede decir de nuevo en un artista que tantas veces hemos visto? ¿O qué se puede destacar y seguir reafirmando? Por un lado, el jujeño viene apostando mucho a la interacción que proponen las redes. Así, en dos momentos cambió la guitarra por el celular, transmitiendo en vivo en su Instagram. Por otra parte, sigue abriendo el juego: al artista Américo Gauna, que suele pintar en vivo durante los shows del jujeño, se sumaron dos copleras de Seclantás, con quienes abrió el show y luego las volvió a convocar para «Sahumaditos», donde se acoplaron a la banda, en un momento de mucho vuelo artístico y fusión musical.
Bruno le sacó el jugo a la gran banda que lo acompaña: en varios temas las intros, intermedios o solos fueron más largos de lo usual, dando ese toque más propio de las bandas de rock o jazz. Cada músicx tuvo su momento e hicieron gala de su nivel. El público acompañó, cantando, haciendo palmas y respondiendo cuando se invitó a interactuar.
En el post show, el cantante se tomó el tiempo para saludar (casi una hora después de terminado el recital) a un grupo de fans que esperaban afuera del Teatro y luego fue a brindar su apoyo a lxs docentes salteñxs que están en huelga desde hace más de 3 semanas y acampan en la Plaza 9 de Julio, corazón de Salta la Linda. Allí, hubo una breve serenata que quedará para la intimidad de quienes estuvieron presentes.
