El público que asistió al Rock Salta 2011 reflejó la realidad que se vive en la región: falta de atención de la gente para la mayoría de las bandas y una escena musical que va evolucionando más rápido que sus seguidores.
Fotos: Violeta Gil – vgil@rocksalta.com
Refiriéndonos a la convocatoria del festival Rock Salta 2011, la misma no escapó a la realidad que vive el rock salteño y del NOA. A pesar de la buena difusión que se le dio al evento, la gente no respondió en cuantía al súper evento, y en sus diez horas de duración, la convocatoria oscilo entre doscientos cincuenta y un poco más de trescientas personas.
Desde este medio siempre se le ha caído al público del NOA por no acompañar medianamente a sus músicos de rock, pero si pensamos puntualmente lo que pasa en Salta la cosa se pone aún peor, ya que las propuestas para lograr festivales autogestionados de bandas locales nunca anduvieron bien en convocatoria, a pesar de las excelentes ideas como La Caldera del Rock 2010 y 2011. Por eso es necesario apuntalar el grueso del costo de un evento de estas características en el gobierno y en sponsors, y no en la cantidad de dinero que se pueda recaudar por el precio de la entrada (recordemos el Rock por la Memoria 2011). En teoría esto es lo ideal pero llevarlo a la práctica es casi imposible y lo saben la mayoría de los que están en la movida del rock en vivo; ya sean productores, músicos o periodistas.
A pesar de esta realidad, ciertos “locos” siguen apostando e invirtiendo para que esto cambie. El festival Rock Salta 2011 demostró que a pesar de que todavía son pocos, existe gente interesada por un evento bien hecho y que si bien asisten por dos o tres bandas en particular también pueden escuchar al resto.
Bort arrancó tocando para menos de ochenta personas y terminaron su set de media hora tocando para cien. La mayoría de los que ingresaron se fueron terminado el show, pero con la pulsera en sus muñecas que les permitía volver a entrar en cualquier momento. Varias chicas se mostraron con ganas de regresar más tarde para escuchar a otras bandas, aunque manifestaron que tocaban muy tarde.
Las pulseras serían las impensadas protagonistas del festival ya que el altísimo calor que hacía dentro del local debido a una humedad aplastante, y la falta de ventilación de Express Arte, obligaba a salir constantemente para cambiar el aire.
Mientras se iba el sol y sonaban Dominó y La Vaca Vuela, al frente del local se podía ver un grupo de chicos, quienes comentaron que venían a ver solo tres bandas: Esencial, CalmaNiño y Karma Sudaca.
Varios ingresaron de golpe cuando Esencial hizo su variado set y armaron los primeros pogos y saltos en frente del escenario. Una imagen que se repitió durante el festival fue la de los presentes un poco alejados del escenario y con brazos cruzados o detrás de sus espaldas, se sentía como si les estuvieran tomando examen a las bandas que pasaban por el escenario. Cuando les gustaba la cosa agitaban las cabezas o aplaudían al final de cada tema. Entrada la medianoche, LaFoma volvió a dar un gran show en un festival pero esta vez un “milagro rocksaltero” sucedió, ya que el público presente se enfiestó con el rock latinoamericano armando muy buenos pogos y dedicándole cantitos a la banda que cerro así un 2011 inolvidable.
Siendo la una de la mañana, hora de llegada a los boliches y pubs de la Balcarce, se pudo ver un recambio en el público y movimiento en la boletería que iba a ser visitada más que nada para preguntar que bandas faltaban y sufrir el regateo de los 40 pesos que costaba la entrada en puerta. Recordemos que durante un mes la anticipada venía con el Compilado Rock Salta 2011 de regalo y solo costaba 30 pesos.
Con Gauchos de Acero la gente mostró los dientes, ingresando una buena cantidad de remeras negras y a pedido de su cantante y guitarrista: matándose en el pogo. La última parte se dio con CalmaNiño, Santuario y Karma Sudaca. Las tres bandas expusieron que, si bien son distintos sus estilos, los mismos pueden convivir y aunar a la gente que los sigue. Fue muy bueno ver la camaradería de los músicos y a varios de ellos esperando como público la salida de alguna banda especifica.
“Hay que educar al soberano” dijo alguna vez Sarmiento. Más tarde esa idea fue satirizada en Cha Cha Cha, el programa menos visto y más hablado de la TV argenta. En esta oportunidad esa frase puede volver a ser usada como ironía para que eventos como el Festival Rock Salta 2011, la gran fecha de El Barco del Abuelo y la tocada de Los Kuervos más Perro Ciego se multipliquen y logren establecer al rock local como una buena propuesta para disfrutar en vivo y por la que vale la pena pagar un entrada acorde.
Acá les dejamos las fotos de los ganadores de la guitarra eléctrica (Gentileza de Coly Luthier) y de la remera del festival (Gentileza de Katmandu Rockería).
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