Fotos: Matías Egea
Coberturas

Tucumán Urban Indie 3 | Es tiempo de batalla

Balance de los que nos dejó el ambicioso festival que busca ser referencia en la región. Una apuesta por la industria musical en medio de una profunda crisis económica. ¿Por qué no hay más propuestas así en el NOA?

Fotos: Matías Egea

El Festival Tucumán Urban Indie en su tercera edición encontró un lugar que le cambió la cara al evento y le dio identidad. Convocó cerca de tres mil personas, en un amplio rango de edades siendo los sub 25/sub 20 los de mayor presencia. Aunque el público se fue renovando en las nueve horas de duración por las que desfilaron distintos géneros musicales plasmados en cinco artistas nacionales y dos locales, más los DJ entre las bandas.

El evento se desarrolló en el renovado Palacio de los Deportes, ubicado al final del Parque 9 de Julio, el extenso pulmón verde que tiene la ciudad de mayor cantidad de habitantes del NOA. El predio es una cancha de básquet elevada, en formato de semi ovalo, con distintos accesos mediante escaleras, platea con acceso al campo, más una bandeja pullman en altura que no estaba habilitada. Con un techo alto y todo abierto a los costados, generaba una buena vista a los árboles del parque.

La jornada fue calurosa y húmeda, aunque soportable, más propia de inicios de verano que del otoño. Se agradece que el local sea semiabierto, aunque eso obligó a tener el Off y/o atomizador con esencia de vainilla a mano, propio de estos tiempos de epidemia de dengue.

El lugar tiene mucha historia: en él supo tocar Charly García en distintos momentos de su carrera. Con La Máquina de Hacer Pájaros lo hizo en enero de 1977, de ese show hay una grabación pirata que se encuentra en YouTube. La última vez fue en el 2003, ya solista y con una noche legendaria que continuó en la Sociedad Francesa hasta el amanecer.

Desde entonces, el espacio cayó en desuso y quedó abandonado. Con esta reapertura a la música, quedan al descubierto algunos problemas, como el escenario bajo y dos escaleras minúsculas que son el único acceso al campo desde la platea, algo para tener en cuenta a futuro.

Al irse al parque, el festival ganó en identidad, saliendo de los lugares típicos en Tucumán como Central Córdoba, un galpón enorme dónde se realizó el año pasado, o el Club Floresta, habitual predio techado para recitales, que tiene sus complicaciones sonoras y de acceso. En su primera edición, en 2022, el festival se hizo al aire libre en Yerba Buena, donde tuvo conflictos con los vecinos de la zona.

Respecto al sonido, se cuenta que Charly se enojó feo en varios de sus espectáculos en el Palacio. La banda que más lo sufrió esta vez fue Los Besos, que le costó bastante acomodarse. Con el correr de las horas, el festival mejoró, aunque se escuchaba mejor desde la platea. Había un rebote que daba el sonido a mitad del campo muy molesto por momentos. Es un espacio que no fue pensado para música en vivo. Salvo los teatros, no hay lugares creados o reformulados para tener buena acústica y shows para miles de personas. Así es el Norte argentino. De todas maneras, cada artista contó con su prueba de sonido y tiempo para buscarle la vuelta. Con las luces, los más destacados fueron Emmanuel Horvilleur y Usted Señálemelo, que supieron sacarle jugo a esa gran puesta. Y con las pantallas, el trapero C.R.0 hizo un show aparte.

Algo para remarcar fue la venta de bebida alcohólica, sin necesidad de corralito exclusivo, como sucede en el Boombox en Salta o Norte Rock en Tucumán. Las latas iban y venían por el lugar, también los vasos descartables con fernet y todo se vivió de manera tranquila. Había policía en el ingreso y caminando por el predio, pero sin ninguna situación para destacar. Había tres puestos con variada oferta gastronómica y feria de artistas locales, más merch de las bandas.

No es menor la situación de la bebida. Tengamos en cuenta que en Salta no se puede tomar una cerveza en un recital ATP. A diferencia de lo que pasa en el Cosquín Rock hace veinte años. Lo mismo en Tucumán y Jujuy, donde generalmente se pueden comprar bebidas alcohólicas en los grandes eventos. Es una diferencia importante para las producciones locales, que muchas veces tienen esto en cuenta para decidir hacer o no una fecha en las respectivas ciudades. En las decenas de festivales de folclore de la región la venta de bebida es fija y no se cuestiona.

Pensando en palo folclórico, el año arrancó con reconocidos festivales de verano cancelados por falta de fondos de parte de los gobiernos o por la incertidumbre inflacionaria. En este caso el evento es privado, pero cuenta con el apoyo de la ciudad, que brinda el espacio. La dificultad para planificar a largo plazo hizo que el evento se adelante de primavera al otoño. En medio de una profunda crisis económica, donde lo primero que va dejando de lado la gente es el esparcimiento y las propuestas culturales, un festival no parece prioridad para el bolsillo.

Comparando costos, por menos de lo que vale ver a Wos en noviembre, acá había siete propuestas, dando nueve horas de música. Pero en estos tiempos de crisis los peces grandes son los que la tienen más sencilla y no se los cuestiona. Además de la entrada, para un visitante de otra provincia, hay que sumar el traslado y la estadía. Pero con las bandas dando su única fecha en la región, generó ese atractivo para viajar, aunque menor a la edición anterior.

El armado de grilla lo mostró más amplio en concepto al festival, saliendo de los géneros que le dan nombre y que a esta altura suelen ser un lastre o comidilla para las redes. Vale recordar el año pasado los comentarios vertidos en redes con la presencia de Nicki Nicole en el Norte Rock, junto a La Vela Puerca y Las Pastillas del Abuelo.

De esta manera el Festival Tucumán Urban Indie logró su mejor edición, buscando ser un festival referente en su ciudad y el NOA. Estos aspectos, dan cuenta de un buen trabajo por parte del equipo de Rasuk Producciones. Marcando el aprendizaje y crecimiento desde esas primeras experiencias veraniegas organizando los Amaicha Santa prepandemia y tantos otros espectáculos que vienen realizando.

¿Abrirá esto más propuestas festivaleras independientes en la región? Mientras esperamos la respuesta, veremos qué deparará la próxima edición.

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