Documentales

Divididos: Tilcara, un poco más abajo del cielo | Diez años después

Se estrenó el documental del trío en tierras jujueñas. Relata el armado de la presentación de Amapola del 66 en 2010.

Se sabe que Divididos se toma su tiempo para hacer las cosas. Tilcara, un poco más abajo del cielo es el documental que relata el sueño cumplido de presentar Amapola del 66 de manera gratuita y al aire libre en la inmensidad de la puna. Un evento consecuente con el disco que tiene mucho del norte argentino: sus paisajes, su cultura y sonidos que enamoraron a la banda desde hace tiempo.

«Nosotros estuvimos casi diez días en Tilcara, previos al show. Fueron muchas vivencias y nos pasaron un montón de cosas y está todo filmado. Tenemos ochenta horas filmadas y nos gustaría un poco mostrar eso. Mucha gente conoció el Norte a través de la tocada que hicimos en el 2000 y mucha gente conoció el Norte a partir de la ida a presentar Amapola… a Tilcara. Entonces yo creo que es muy bueno que se conozca», le decía Ricardo Mollo a la revista Rock Salta en 2012 adelantando el material.

Finalmente su estreno iba a ser en marzo en el Teatro Coliseo, y estaba en planes girar por distintos cines y teatros del país, pero la pandemia obligó a lanzarlo vía streaming el pasado 31 de julio. Mismo día que la banda subió todo el recital a su canal de YouTube. Esto sorprendió a varios que pensaban que el documental y el show eran una sola cosa. Pero en la plataforma de la ticketera antes del documental el mismo trío comentaba que lo más jugoso fueron esos días donde conectaron con el lugar, no tanto el recital.

El documental dura dos horas y como se anticipó va contando cronológicamente lo sucedido esa semana previa al show del sábado 27 de marzo de 2010. Con Mollo siendo el primero en llegar recibiendo a Diego Arnedo y Catriel Ciavarella. Mostrándoles la primera locación para el recital que sería descartada por su difícil acceso. Conocemos La laguna de los patos (donde fue el recital) antes de su transformación y vemos el proceso de armado con las maquinas nivelando el terreno, las dificultades por los fuertes vientos y también problemas con el dueño del terreno. Apreciamos los ensayos abiertos al público realizados en un pequeño teatro. La invitación a Micaela Chauque para formar parte de la fecha y una zapada con la banda del recordado Ricardo Vilca (fallecido en 2007), autor de «Guanuqueando».

”El silencio es el ruido más increíble que existe para poder entender algo” es una de la frases que dice Arnedo en el trailer, esto se ve con el trío cantando algunas canciones despojadas (guitarra con cuerdas faltantes, bombos y chajchas) en medio de las alturas, absorbido por los paisajes puneños.

Ciavarella cuenta cómo lo emociona ver los avances en el armado de la estructura del escenario y el contraste que tiene esto al ser algo propio, algo armado por la banda, a diferencia de los festivales u otros espacios donde llegan y todo está listo para tocar. En este caso la apuesta fue de ellos y por eso el sentimiento es especial.

El 24 de marzo el trío participa del acto por la memoria en la plaza central de Tilcara. Acercándose el fin de semana más turistas llegan al lugar y los siguen a todas partes. La noche siguiente cuando empiezan a tocar en un hotel los echan por pedido de un huésped y terminan de vuelta en la plaza. Situación que en su momento sirvió de noticia e invitación para los que dudaban de ir.

Llegado el día del recital las imágenes son familiares para las cerca de 15 mil personas personas que asistieron. Vemos el pueblo de Ticlara estallado, testimonios y banderas de distintos puntos del país. A la multitud en fila caminando y llegando a la Laguna para luego cubrirse de la inesperada lluvia. «Fue genial. Porque aparte, el loco, el intendente de ahí de Tilcara, me decía “¡Tomá el cuadro de la virgen, mostralo!”, me decía y yo salí, agarré el cuadro, lo puse así y paró la lluvia y la verdad que fue mágico.», nos relató el cantante una vez y se ve en el video.

Hay muy poco del recital en si. Algo del inició con «El arriero» y el cierre con «Amapola del 66» bajo el aguacero. «Es muy peligroso lo que vamos a hacer», dijo el guitarrista al publicó esa noche para despedirse con: «La lluvia es una bendición y ustedes también».

Estamos ante un material de una enorme carga emotiva que valió la pena esperar y disfrutar diez años después.