El libro desmenuza la obra del ex Seru Giran desde el análisis musical.
Charly y la máquina de hacer música es un nuevo estudio que aborda el «Mundo García». Aunque a diferencia de libros muy recomendables como Esta noche toca Charly o No bombardeen Barrio Norte, Diego Madoery abandona lo subjetivo y analiza las canciones del ídolo desde un punto de vista estrictamente musical.
El libro fue publicado hace pocas semanas a través de Gourmet Musical y fue, en principio, la tesis con la que el autor logró el doctorado en Historia y Teoría de las Artes de la UBA. Así que el contenido de este trabajo es académico y riguroso, al igual que su tono, que lo puede volver un poco cuesta arriba para lxs que no se mueven dentro de los mismos márgenes. Pero no teman (tanto) lxs lectorxs ajenos al lenguaje musical: Charly y la máquina de hacer música no se olvidó de ustedes. El libro viene con instrucciones de lectura, como Rayuela, que sirven para orientar a quienes pudieran sentirse abrumadxs por la temática.
Madoery analizó la obra de Charly durante el período 72-96. Es decir, desde el debut de Sui Generis hasta la aparición de Say No More. Toma canciones de estudio firmadas únicamente por Charly y las desmenuza como el propio bicolor hacía cuando se compraba un teclado y le sacaba hasta el último tornillo. De esa manera puede descubrir subestilos que sumados, repetidos o evolucionados forman ese monstruo a veces inabarcable que es nada más ni nada menos que la música de uno de los compositores más importantes de la región. De eso hablamos en la siguiente entrevista.
– ¿Cuál te parece la canción o el disco que más representa al estilo musical de Charly?
– No podría contestar. Charly tiene un conjunto de subestilos que los va desarrollando de manera dispar en cada disco. Muchos que aparecen en los primeros discos de Sui Generis también aparecen después. Como yo apunto a subestilos que tienen que ver con la configuración melódico-armónica, es posible detectar esas configuraciones más adelante, inclusive en su etapa solista. Hay subestilos propiamente rockeros, que dentro de la estética de Charly se concentran más, por ejemplo en discos como Filosofía barata y Cómo conseguir chicas.
– En la famosa entrevista en Día D, Jorge Lanata le dijo a Charly: “Creo que hiciste grandes cosas y que después te empezaste a copiar a vos”. ¿Confirmás o desmentís esa afirmación en base a tu análisis?
– Bueno, justamente este mapa estilístico que yo desarrollo permite ver continuidad en estos subestilos. En realidad algunos podrían argumentar que se trata de copiarse a sí mismo, pero yo lo veo más bien como la continuidad de ciertos subestilos en su trayectoria. Y sí, empiezan a haber como nuevas mezclas de esos subestilos, nuevas configuraciones. Hay algo que veo y lo pongo como hipótesis, que es que el estilo de Charly se define un poco por sus ganas de innovar y por una continua vuelta a su propia tradición. En ese juego de las dos cosas, de buscar innovar y volver, hay unas de las líneas que se ven con este mapa estilístico que pude realizar.
– Tu análisis se detiene en 1996, cuando Charly comenzó su etapa Say No More. ¿Qué te parece ese período?
– Voy a responder del mismo modo que escribí en el libro: intentando dejar de lado valoraciones subjetivas o tratando de ser un poco objetivo. Es evidente que Charly disminuye su producción autoral como compositor. No solamente hace menos discos sino que en los discos que hace hay una menor cantidad de canciones compuestas por él. Incluso en algunos discos hay dos versiones de un mismo tema. Empieza a aparecer un recurso más de versión y no tanto como eran los discos de las agrupaciones o su carrera solista, donde la gran mayoría eran canciones escritas por él. Por otro lado, es sabido que (en esa etapa) Charly tiene como una vida más caótica. Las tensiones que marco en el libro acerca de sus problemas con la crítica y con el público se ven exacerbadas en ese período, lo que termina detonando su última internación en 2008.
– ¿Tenés otro proyecto de libro en mente o te gustaría repetir un análisis similar en la obra de otro/a artista?
– Sí, me gustaría que hubiera gente, colegas, que pudieran hacer análisis similares en otros músicos tan importantes como Charly en el rock argentino: Spinetta, Cerati, Páez, como mínimo. De manera tal de poder hacer un cotejo de esa cantidad de información que yo obtuve a partir de los análisis. Eso podría darnos un cuadro de diferencias estilísticas entre ellos muy interesante. Ahora bien, este trabajo mío en realidad viene de una tesis doctoral, o sea que había un pretexto o una motivación grande. Pero la verdad que es un trabajo de muchos años cuando se hace en solitario. Así que tengo ideas, como la posibilidad de formar algún equipo con gente joven que le interese hacer análisis, y poder hacer más bien un trabajo en equipo como el que se hace en el mundo anglo cuando se analizan Los Beatles o la música rock/pop, que está muy analizada ya.
Más a corto plazo estoy haciendo un trabajo para un congreso sobre el primer LP y los primeros simples de Almendra. Empecé a indagar en la década del 60, en el comienzo del rock en Argentina. En el paso de lo que fue el beat a lo que después se llamó rock y en ese momento era música progresiva. Y caí en la cuenta que la bisagra son las primeras grabaciones de Almendra. Esto podría derivar en todo un análisis. No de toda la música pero sí una selección de lo que podría ser la música joven de la década del 60 para poder establecer cómo se fue transformando musicalmente. No tengo claro si lo voy a realizar, pero por ahora me interesa un poco ir a esos lugares de origen, por así decirlo, de lo que fue el rock en Argentina.