El festival hizo historia con una apuesta ambiciosa y marcó el regreso de la industria de la música con aciertos y errores. Ciro, 2 Minutos, Damas Gratis, Cami y Guille Aquino, los destacados.
El Cosquín Rock Online dejó dos días con más de setenta artistas, tres escenarios de música y uno de contenido alternativo, propuestas interactivas, pedidos de comida y bebidas. Todo incluído en una plataforma lanzada una semana antes, y con un saldo de 170 mil espectadores, según informó la organización. Ninguno de los grandes festivales, como el Lollapalooza o Primavera Sound, se animó a tanto en lo que vamos de pandemia.
Al ingresar a la web, uno cargaba su usuario y su código de acceso, aparecía un mapa y empezaba la propuesta de transformar al CR en algo virtual. Se podía elegir entre cuatro escenarios: Luna Park, La Trastienda, Teatro Vorterix y Teatro Roxy. La muestra de fotos, con movilidad símil videojuego, servía para pasar un buen rato viendo fotos, listas de temas, y escuchar la historia del festival en la voz de José Palazzo, mientras se “caminaba” con las flechas del teclado. Estaba la posibilidad de pedir comida y bebida a domicilio (operaba con la plataforma Pedidos Ya), un espacio para charlar con los artistas y otro con el material para la prensa. Dentro de cada escenario las opciones pasaban por elegir cuatro posibles cámaras y, a veces, una opción de Realidad Virtual o cámara 360, un curioso juguete en especial para los sub 20 aunque el sonido desmejoraba mucho con esa opción. Además, había trivias relacionadas al artista y un chat. Algunas opciones dependían del ticket que haya comprado cada usuario.
Cuando todo esto funcionaba, había paz en la tierra. Pero si la pantalla se ponía negra o quedaba fija, y no se modificaba al hacer clic en cada cámara o escenario llegaba una desesperación no apta para los tiempos de ansiedad que corren. Los motivos podían ser propios (mala conexión de internet, mal funcionamiento del dispositivo elegido) o algo de la misma plataforma. ¿Cómo saberlo? Solo quedaba ir probando cada opción hasta dar con la solución. También ayudaba ver en el chat o en las redes del festival los comentarios donde los mismos usuarios iban compartiendo soluciones. Ante esta situación, la organización ofreció un número de teléfono para consultas por WhatsApp como mesa de ayuda.
Tan tan tan solo | Shows del sábado
Arrancó a las 17 con Inyectores de Perú, Sol Alac y Malena Villa. Julieta Rada desde Uruguay hizo canciones de su muy buen disco Bosque nominado a los Premios Gardel. Los 2 Minutos hicieron lo que saben en un Luna vacío, y hasta «provocaron» tomando Stella Artois y no Quilmes como decía la publicidad debajo de ellos. Quince temas en media hora. «Ni Los Ramones se animaron a tanto», dirían al otro día en sus redes.
Ximena Sariñana regaló un lindo momento con su teclado desde su casa. Cielo Razzo, uno de los primeros en hacer streamings en cuarentena, salieron desde Rosario mostrando toda su fuerza. Fue muy bueno y muy raro lo de Eruca Sativa, quienes aclararon que grabaron separados en sus casas por el embarazo de Lula. Pero usaron el ingenio y mediante un fondo en común y la pantalla cortada en tres, la impresión era que estaban juntos. Además, se podía cambiar de cámaras y ver a cada integrante por separado.
Con el pasar de los shows vimos que los artistas internacionales grabaron sus presentaciones y mandaron distintas propuestas de sets enlatados como Izal y Reincidentes desde España o Los 3 desde Chile. Algo que se viene repitiendo en la pandemina, como lo visto en el Pilsen Rock de Uruguay.
Los Caligaris metieron fiesta a más no poder y se despidieron con una bandera gigante, lluvia de papelitos y el grito de “muerte al coronavirus”. La numerosa banda se codeó como festejo y se fue del escenario. Puestos en ronda, con Germán Daffunchio y Tomás Sussmann desde pantallas, Las Pelotas hicieron siete temas. Al final de «Desaparecido» el ex Sumo gritó ‘Aparición con vida de Facundo Astudillo‘. No hay CR sin Las Pelotas.
Vicentico apareció con campera de San Lorenzo y barbijo, casi no se movió de su lugar al centro del enorme escenario del Luna. Muy distinto a lo hecho por Miss Bolivia, que le dedicó “Paren de matarnos” a las que ya no están y “Tomate el palo” al coronavirus. Sara Hebe estuvo acompañada de su banda y fue encadenando canciones como “Ignatia” y “Mandame tu luz”. Al final, le quedó algo de tiempo y se mandó con “Violeta Perro”. Estos shows salieron desde el Teatro Vorterix, venue que tuvo problemas de transmisión con los shows de A.N.I.M.A.L., Los Tipitos y Attaque 77. Se vieron pixelados o cortados, y por eso fueron reprogramados para el cierre del domingo y se podrán ver de manera gratuita durante esta semana.
Siguió Nagual, cuyo cantante Ciriaco Viera lució una remera con la imagen de Santiago Maldonado, a muy poco de cumplirse 3 años de impunidad en su muerte. Mientras tanto, Louta desde La Trastienda apeló a un show sumamente rockero, sin escenografía como era su costumbre en el viejo mundo. El joven cantante invitó a Zoe Gotusso para el hit «Ayer te vi».
Desde que se anunció la grilla había mucha expectativa en lo que podían hacer Ciro y Los Persas en el Luna Park, su segunda casa, ahora sin gente. “Similar” y “Pistolas” fueron las primeras en sonar. En la cuarentena el ex Piojos está muy activo en redes y se volvió instagramer. Lleva adelante entrevistas con personalidades y juegos con sus seguidores. Tal vez por eso su recital mostró agregados a lo filtro de Instagram: una ruleta gigante en el techo, animales bailando o tocando los vientos.
Para “Tan solo” vino la secuencia que dio vueltas por todos lados y que servirá como postal de estos momentos: el frontman cantando el estribillo en medio del estadio desierto. Sin dudas, el de Ciro fue uno de los mejores shows desde que comenzó la cuarentena. Es el gran showman del rock argentino: mitad Jagger rioplatense mitad artista de teatro. Para el final, las banderas se leyeron en pantalla, algo que recoemdamos que implemente luego de que llegue la vacuna, así todas y todos pueden ver el show tranquilos.
Para el cierre del sábado, la Fiesta Bresh se encargó de pasar absolutamente de todo con sus tres DJ’s. Desde Spinetta a Bad Bunny, fenómeno inentendible para muchos y salvador para otros tantos que en el aislamiento no se pierden sus vivos semanales de Instagram y YouTube.
Mirá la galería de fotos completa del sábado gentileza de Cosquín Rock
Evolucionar o extinguirnos | Shows del domingo
Los escenarios abrieron a las 16 con Paz Carrara en el Luna, Mamita Peyote desde Rosario, Rizha desde España y Letizia Vocos en el alternativo. La ascendente Zoe Gotusso contó que se viene su disco grabado en Uruguay y presentó sus temas como “canciones muy domingo”. Desde La Trastienda Walas repetía el mantra «Evolucionar o extinguirnos, economía o salud» mientras el resto de los Massacre deliraban con la parte instrumental de «La resurrección». Por su lado El Kuelgue invitó nuevamente a su «Parque acuático» tocando en vivo desde el Teatro Vorterix.
La cuota internacional estuvo con Gaia de Perú, Guardarraya de Ecuador, Surfistas del Sistema (con su cantante en Argentina y el resto en México) y una de las grandes sorpresas: Cami desde Chile. Furiosa presentación, con banda completa en un escenario gigante. El pop reivindicando luchas sociales. Desde Bolivia, Matamba mostró su reggae con escuela de Skindred y Dub War. Mientras los Kchiporros de Paraguay fueron de los que mejor sonaron, aplauso medalla y beso para quienes estuvieron a cargo del sonido y parte técnica de ese set. Monsieur Periné prometía mucho en la previa pero solo se vieron tres temas con ellos tocando desde Colombia.
«Sos un careta que no te moriste a los 27 años», fue una de las tantas frases de Guille Aquino en su sketch. El conocido humorista de YouTube se burló de todo y todes. Y claro, se acoplo perfectamente al formato. ¡De ahora en más debería ser fijo en cada edición!
A Los Ratones Paranoicos les jugó en contra el evento. Si, tocaron los clásicos: “Slide”, “Sucio gas”, “Rock del pedazo” pero con muy bajo volumen y con un Juanse desencantado.
Los Espíritus experimentaron en la cuarentena y largaron su Sancocho Stereo. De este material sonó «Buscando la luz». El tiempo es tirano y más en un festival de streaming pero Maxi Prietto llegó a decir “gracias, buenas noches» antes de que corten los últimos segundos de “La rueda que mueve la mundo”. Esto fue fija en muchas participaciones, algo a mejorar para las próximas ediciones por la bronca que generaba en la gente de pensar que se perdieron algo.
La que faltaba tocó desde Córdoba, transformándose en la única banda que salió del lugar de origen del festival mediterraneo. Turf salió a escena con mamelucos blancos, lentes de seguridad y barbijos. «Estoy buscando una nueva manera de conectar con vos, pero no encuentro cuál» dijo Joaquin Levinton en «Cuál?» e interpeló a más de uno.
«¿Cómo se interpretará esto en diez años?», se preguntaba el cantante y letrista Piti Fernández, mientras Las Pastillas del Abuelo largaban con «Interpretación», su último single. Al mismo tiempo, Los Cafres brindaban su reggae desde La Trastienda, espacio que luego se llenaría de cumbia con Pablito Lescano y Damas Gratis. En cada momento el icono de la bailanta remarcaba que no ensayan desde hace cinco meses pero que tienen toda una vida tocando cumbia. Johana Rodríguez ex Viru Kumbieron llegó como invitada para los mega hits “Me vas a extrañar” y “No te creas tan importante”.
Kapanga siempre rebalsa energía. En este caso el estar solos en el Luna no les hizo efecto y dieron un típico show fiestero. Al mismo tiempo León Gieco, con remera de Mercedes Sosa, decía: “Hace 120 días que estoy metido en mi casa. No quería exponerme, así que decidí hacer este recital desde acá.” El cantautor interpretó cuatro canciones.
El Mató a un Policía Motorizado ya convivé plenamente con el mainstream, para bronca de la patria indie más cerrada. En horario central se despacharon con diez temas, nueve de ellos de sus últimas producciones. El punto más alto fue con Anabella Cartolano de Las Ligas Menores cantando en “Las Luces”.
Otra postal repetida del evento fueron los silencios al terminar cada canción. De ahí vino el chiste de Santiago Motorizado pidiendo a la gente presente en La Trastienda: técnicos, camarógrafos y fotógrafos que aplaudan, cosa que hicieron finalmente.
Desde México, Molotov dijo presente una vez más. Buena puesta en escena con los músicos enfrentados y muy buen trabajo de luces para el cuarteto que preparó el show de manera distinta al resto. Mientras Trueno, el artista del momento, trajo rap y hip hop bajo el brazo. De esta manera “el nuevo rock and roll” pisó fuerte en el festival como pasó en el verano en las sierras de Córdoba.
Pasadas las 22 tocaba la repetición de A.N.I.M.A.L., Attaque 77 y Los Tipitos, que como anécdota cerraron el CR Online.
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Este es el aguante | Balance
“Llegó el momento de entender que la industria necesita del apoyo del público. Y el apoyo del público llega con esa venta. Este trabajo que hicimos es una inversión que supera los 500.000 dólares y tiene que estar acompañado por el aporte de ingresos. Hay que pagarle a todo el mundo y así poner a andar la industria”, dijo Palazzo en una entrevista a Diario Show, al respecto de la venta de entradas al festival, siendo que muchas propuestas online fueron gratuitas.
La industria del espectáculo vive de juntar gente en reductos cada fin de semana y lleva parada más de cinco meses, sin seguridad de cuándo van a volver ni en qué condiciones. Los medios de comunicación escribieron cientos de notas a trabajadores en situaciones extremas, y cada ciudad aplica distintas medidas para la música en vivo de acuerdo a su situación de contagios, que no paran de crecer en nuestro país. En medio de este panorama desolador, lo del Cosquín Rock fue vida para cientos de laburantes de la música y para miles de espectadores que aceptaron el nuevo y todavía incierto juego del streaming.